"UNA AVENTURA EN LA NOCHE".

"UNA NOCHE LUJURIOSA".

La vida y sus aventuras;
es lo que a veces forjamos,
vivimos en lo que amamos...
Y aumenta la calentura.

Entre amantes y sus locuras;
sin razón y sin fronteras,
viene el mundo por montera...
Con sus miedos y su dulzura.

Cuando acudió aquella cita;
de aquel caballero hermoso,
algo arisco y muy gracioso...
Pero con muy buena pinta.

Aturdida entre la gente;
con sus gestos bochornosos,
¿que haría el papel de esposo?...
Con su entrega de inocente.

Sueños sólos en su mente;
¿era un capricho de amor?,
si entregaba el corazón...
Se veía joven y decente.

Entraron en la posada;
pidieron habitación,
le palpita el corazón...
Tenia prisa a ser amada.

Era guapo y bello el mozo;
se desnudó del vestido,
su mirar de pervertido...
Viendo aquel cuerpo precioso.

Se quito el lindo corpiño;
sus pechos firmes y duros,
con vergüenza y con apuros...
Con miradas de cariño.

No era amante ni marido;
más se encontraba en la cama,
hundió sus dedos en sus canas...
Siendo cano aquel bandido.

Su pelo blanco y hermoso;
tan suave como la seda,
un color que nadie espera...
Siendo el lujo de aquel mozo

Con halagos cortesanos;
siguió suave su andadura,
sin pedir peras maduras...
Era hermoso el hortelano.

Creyó llegar el momento;
sin pedir peras al olmo,
sin esperar seria el colmo...
Y aplazarlo un gran tormento.

 

SEGUNDO ACTO:

Con honestidad tan fina;
la virtud pura y ardiente,
se entregó tan inocente...
Como rosa sin espinas.

Desnudos sobre la cama;
se miraron arrobados,
lo que nunca han aprobado...
Y le entraron buenas ganas.

Aparentando decencia;
nunca creyó en alabanzas;
tampoco en la vil mudanza...
Mucho menos en su inocencia.

La pluma como una lanza;
con fuerza entró en su tintero,
aquel guapo bandolero...
Hizo buena aquella baza.

No lo hacia por dineros;
le encantaba sus maneras,
siendo una forma cualquiera...
Su tiempo quedaba a cero.

Notó la sangre caliente;
que le recorría las piernas,
en aquella entrega tierna...
Con aquel amor ardiente.

La pasión se volvió fuego;
entre besos y los abrazos,
con las ganas y sus atrasos...
Comenzó aquel dulce juego.

Primero fueron sus labios;
besaron su tierna rosa,
exuberante y hermosa..,.
Con aquellos besos sabios.

Desde los pies a la cabeza;
fue besada dulcemente,
entre llamadas urgentes...
Se olvido de sus tristezas.

Entre suspiros y gemidos;
pasaron casi tres horas,
aquel mozo la enamora...
¡Aquello siempre ha querido!.

Se levanto algo aturdida;
le temblaba hasta las piernas,
aquellas escenas tiernas...
Olvidadas y tan queridas.

La brisa fría de la noche;
que entraba por la ventana,
en la fría madrugada...
Entre el ruido de los coches.

"Guti". "El romancero".


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