"LA TRAGEDIA DE UN GUÍA TURÍSTICO".
Un inglés a un sevillano;
que quería ver su Sevilla,
trescientos euros en mano...
Tres vinos y una tortilla.
El Parque de María Luisa;
y no por ganas de hablar,
con este inglés me entra risa...
pues le voy a demostrar.
Tengo que contrarrestar
que cuando yo meto mano,
tengo que especificar...
Que se habla el castellano.
Donde reparo y no digo;
la Torre del Loro pongo,
la Giralda la bendigo
¿Y el Guadalquivír un tongo.
Esa es la gran diferencia;
que existe entre cien ciudades,
tiene que haber más decencia...
Las demás no son reales.
Después de andar por Sevilla;
"pateando" sus lugares,
encogió puntos mi hebilla...
Lo llevé a los "lupanares".
El yantar en la taberna;
con tal paleto extranjero,
el inglés iba sin bragueta...
Era guapo y mujeriego.
Mas dejemos el mal acento;
que retomas como ves,
con este inglés son trescientos...
Al final aprendí el inglés,
Mi oficio puede saberse;
pues tengo una gran carrera,
dando la vida reveses...
Gano más en carretera.
Pasaremos a otro cuento;
que este aburre y me calienta,
ya me he ganado mi sueldo...
Aunque no tengo cuarenta.
En mi oficio no hay entuertos;
tampoco satisfacciones,
al inglés lo dejo suelto...
Me voy en busca de amores.
Son las nueve de la noche;
y esa frase tan oída,
ahora me aparco mi coche...
Y me voy casi a escondidas.
¿El porqué tiene que ser;
tener amor prohibido,
si es hermoso mi querer...
¡¡Lo llevo tan escondido.
Es una mujer casada;
es amor; ¿o es su pasión,
ella se encuentra encantada...
Le gusta la diversión.
Por eso encuentro tan mal;
que nos veamos en secreto,
su marido un tal Pascual...
Dice que es macho y muy recto.
De sexo hablar me obliga;
y a cada cual que yo estimo,
se desnuda hasta la ligas...
Si es mujer se va conmigo.
Dice que conmigo ríe;
que su marido es muy soso,
ni tan siquiera sonríe...
Siendo tan sólo un baboso.
Esto ocurre en general;
después de años casado,
generando esa ansiedad...
¡¡Echan "uno" y van cansados.
Es normal y racional;
la hembra se va de caza,
al "rebusco" nacional...
Sea en la calle o la plaza.
La contemplo en el ventano;
está como la parieron,
como en un cuadro gitano...
Mis celos aparecieron.
¿Que hermosa está mi María;
que cuerpo de diosa tiene,
la quiero más cada día...
La adoro y se me entretiene.
Me sacó del pensamiento;
con un beso muy jugoso,
su lengua siguió prendiendo...
Aquel cuerpo tan hermoso.
¿Por qué llamáis al "querido";
aquel que os hace feliz,
finalizando es herido...
Dejándolo sin reñir.
Yo seguí con mis caricias;
y ella acompañó su boca,
con vaivén; ¡¡oh que delicia...
Dijo: ¡¡ya me está volviendo loca.
Los pechos tan duro y prieto;
apuntaban hacia el techo,
los pezones que presiento...
Tan perfectos y bien hechos.
Se abrió con sus dos razones;
esperando su apertura,
latiendo dos corazones...
¡¡Dos cuerpos con calentura.
El huésped fue "invitado";
para penetrar su cuerpo,
muy duro y regocijado...
Hambriento como un vil cuervo.
El perfume de su "monte";
se expandió sobre mi olfato,
y perdiendo casi el norte...
Vi de tu cuerpo un retrato.
Suspirabas de alegría;
te movías como las olas,
cosa que yo no quería...
El huésped guardaba "cola".
Tardando vino el primero;
le siguieron otros cuatro,
me porté como un remero...
¡¡Siendo las tres menos cuarto.
Me aviasteis tan tardío;
que retenerme quisiera,
¡¡olé no soy tu "mario"...
Tampoco tu lavandera.
Una risa cristalina;
surgió en su boca espontánea,
-me llamo María Cristina...
¡¡Ya no puedo con mi alma.
En mis labios se quedaron;
sus tres besos inocentes,
llenos de calor quemaron...
Aquel lugar indecente.
Cuando desperté del todo;
el sol se encontraba alto,
se a marchado mi tesoro...
De mi oficio ya estoy harto.
Me duché y me "cambié"
y bajé a mi desayuno,
la gente de un cabaret...
Se agolpaba tras un muro.
Las mujeres aterradas;
los varones estaban serios,
le pregunté a una fulana...
Con cara de cementerio.
-Han matado a una mujer;
muy joven y bien vestida,
han dicho que sin querer...
Más le han quitado la vida.
Por las señas y el vestido;
y un bolso que le guardaban,
vi resurgir el Destino...
¡¡De mi María; mi amada.
Caí cual largo en el suelo;
perdiendo el conocimiento,
perdido todo el consuelo...
Me quedé sin movimientos.
Ha pasado más de un año;
con daño en mi cerebro,
caminando con mis daños...
Iba con mi carcelero.
¿Sanatorio le llamaban;
a una exclusa de maldades,
eso que era castellana...
¡¡Llena de barbaridades.
Con esta historia ya basta;
mis razones muy heridas,
más siendo de buena casta...
¡¡Me dejó la "bienquerida".
"Guti".