"ME ACUERDO SIEMPRE DE TI".
Me acuerdo tanto de ti;
para mi tu sigues vivo,
y me haces muy feliz...
¿Y no se porque motivo?.
Cada día me levanto;
y te veo sonriente,
ni con miedo yo me espanto...
Ya no creo ni en la muerte.
Me acompañas en mis suertes;
en mi trabajo y mi vida,
y me haces sentir fuerte...
Con tu amor soy mas querida.
Cuando llega el triste otoño:
y paso al crudo invierno,
de niña me hacías un moño...
Me dabas besitos tiernos.
Ya se idializa el invierno;
hay almendros florecido,
no hay nieve entre los cerros...
Como padre lo has querido.
Para mi nunca te has ido;
te llevo en mi corazón,
por todo cuanto has sufrido...
Un padre que dio su amor.
Como hija es mi consuelo;
porque nunca estas ausente,
cuantas veces miro al cielo...
Y te veo allí presente.
El rumor de la tormenta;
entre los truenos y los rayos,
la tierra espera sedienta...
Que asustan a los caballos.
Los campos están perfumados;
con su olor a tierra fresca,
con el ganado encerrado...
Cerradas quedan las cercas.
Miro desde mi ventana;
se trasluce tu figura,
me echo sobre mi cama...
Me das besos con dulzura.
¡Padre; nunca me abandones!,
acompañame en la vida,
curame el mal de amores...
Que me sienta muy querida.
"Guti". "El romancero".
Me acuerdo tanto de ti;
para mi tu sigues vivo,
y me haces muy feliz...
¿Y no se porque motivo?.
Cada día me levanto;
y te veo sonriente,
ni con miedo yo me espanto...
Ya no creo ni en la muerte.
Me acompañas en mis suertes;
en mi trabajo y mi vida,
y me haces sentir fuerte...
Con tu amor soy mas querida.
Cuando llega el triste otoño:
y paso al crudo invierno,
de niña me hacías un moño...
Me dabas besitos tiernos.
Ya se idializa el invierno;
hay almendros florecido,
no hay nieve entre los cerros...
Como padre lo has querido.
Para mi nunca te has ido;
te llevo en mi corazón,
por todo cuanto has sufrido...
Un padre que dio su amor.
Como hija es mi consuelo;
porque nunca estas ausente,
cuantas veces miro al cielo...
Y te veo allí presente.
El rumor de la tormenta;
entre los truenos y los rayos,
la tierra espera sedienta...
Que asustan a los caballos.
Los campos están perfumados;
con su olor a tierra fresca,
con el ganado encerrado...
Cerradas quedan las cercas.
Miro desde mi ventana;
se trasluce tu figura,
me echo sobre mi cama...
Me das besos con dulzura.
¡Padre; nunca me abandones!,
acompañame en la vida,
curame el mal de amores...
Que me sienta muy querida.
"Guti". "El romancero".