Ya comienza a anochecer; el sol no cubre los montes, comienza a comparecer... La Luna por los remontes.
La cálida brisa me abraza; en los meses de verano, espero no sin tardanza... No siendo aún más tirano.
Prefiero la Primavera; los rayos del sol son lentos, con muy poca ropa nueva... El verano lo detesto.
El perfume de las flores; me perturban el aliento, son sangre de mil colores... Con su aroma me alimento.
Con la brisa de la tarde; sin las lluvias y sus truenos, sin el clima que retarde... Agradable a mis huesos.
Paseando por el parque; escudriñando sus huecos, con lentitud y con empaque... Para mi todos son buenos.
Un placer cuando respiro; este aire oxigenado, no creo en los vampiros... Si es así me han jorobado.
Veo mujeres hermosas; con un cuarto de faldílla, son prepotentes y preciosas... Y algunas son muy listíllas.
Una preciosa mujer; que me pidió un cigarrillo, son las cosas del querer... Pero yo soy más listíllo.
Le digo que yo no fumo; mirándola arrepentido, de mi mano salia humo... Del cigarrillo escondido.
Dejé de mirar tal joya; y le dije que ofrecía, y me gritó gilipollas... Que "eso" ella no lo hacia.
Le pedí que se calmara; entreguandole el paquete, que era una marca muy cara... Antes que venga un piquete.
Ella se fue satisfecha; guardándoselo en el bolso, contorneando derecha... Pensé que había sido soso. Era bella y muy hermosa; pensé para mis adentros, olía a aromas de rosas... Y me quedé boquiabierto.
Y porqué explico este cuento; si a nadie ha favorecido, tenerla cerca un tormento... Y creo que he reconocido.
Sigo paseando muy lento; me cruzo con tres parejas, tres jóvenes muy violentos... Que los querría entre rejas.
Eran tres facinerosos; molestando a las chicas, muy cerdos y asquerosos... Y también a mi me inrítan.
Los detuve y les grité; que no molestaran tanto, la conquista y el saber... Les traería mucho llanto.
Se engallaron todos tres; y me llamaron fulano, todo les salió al revés... Con el bolsillo en mi mano.
Dos echaron a correr; vieron mis ojos y mis manos, que encañonó de a través... A un asustado gitano.
Le dije que se marchase; o seria peor para él, corriendo cayó en tres baches... Y no entendí el porqué.
Las chicas se me acercaron; me dijeron: ¿estás bien?, las tres me dieron la mano... Me acompañaron las tres.
Las gracias y los deseos; se tienen que acompañar, yo que soy un tipo feo... Tres hermosas de verdad.
Es hoy lo que les cuento; la amistad se propagó, también tengo sentimientos... La hermosa tanbién volvió.
Yo paseaba en el parque; con mucha premonición, con sus cisnes y su estanque... Cerquita está la estación. Otro día seguiremos; quizás con otra canción, la cuestión es que queremos... Con la paz y el corazón".
¿Si viviera el ChéGuevara; ochenta años tendría, que más da la media bara... Si eso es lo que él quería.
Ochenta años y medio; si hoy aún viviera, aquel lance sin remedio... Fatal bala que lo hiera.
Si él no hubiera caído; en la quebrada del Yuro, Castro no hubiera sabido... Ni gobernando ese muro.
Un muro la ha convertido; en una prisión de muerte, Cuba no ha sobrevivido... Disidentes y mala suerte.
Ayer le tocó a Zapata; y no murió de repente, ochenta y seis sin aldaba... Que le previno la muerte.
Castro lo dejó morir; son dos hermanos de leche, dictadores con mal fin... Corruptos como se debe.
Hubiera pasado igual; de vivir el ChéGuevara, él si podría condenar... A los Castros y su embajada.
Con su fusil en la mano; por una bala traidora, quien sabe si fue su hermano... Extraño fue sus zozobra.
Vestía de miliciano; con sus greñas y su boina, era castrista y cristiano con su barba y buenas formas.
Era corazón y fuego; la justicia era su nombre, no como Castro y sus juegos... Asesino de mil hombres.
Tenia un par de cojones; y le gritaban ¡¡carajo!!, las niñas en sus balcones... Les gritaban para abajo.
Con obsesión compulsiva; con su fusil muy caliente, vas restregando tu herida... Hasta que llega tu muerte.
Sin tango y sin habanos; Castro hubiera dimitido, sin cojones de aldeano... Con los mios tan queridos.
Me escogen de baluarte; en mercado americano, con mi boina y mucho arte... Me venden de monicaco.
Caminando en una alfombra; por un cine americano, mientras la muerte le ronda... No es vida, tampoco es sano.
El que encendía las hoguera; ahora enciende cigarrillos, ya no es aquel que era... La han convertido en pitillo. Ciegos seudo izquierdistas; triunfadores con petróleo, bufones y periodistas... Y pintores con sus óleos.
Buques de guerra navegan; por las aguas caribeñas, son barcos de otras tierras... Donde no vuelan cigüeñas. Escribía en su diario; cosas buenas, cosas tiernas, porque era partidario... De la paz y no la guerra.
Aún reclama causas justas; desde su tumba lejana, no descansa por injustas... Vivir tantas marranadas.
Yo no deseo torturas; y Fidel las consentía, yo no tenia ni fortuna... Mientras Castro me seguía.
Una bota profanando; los destinos de mi Cuba, mientras yo reivindicando... La convertían en basura.
Una patria muy extraña; dirige hermanos Castro, habría que tumbar las cañas... No dejando ningún rastro.
La muerte tiene un sentido; tumba la vida y honores, los Castros son consentidos... De tanto y tantos horrores.
A más de un hijo de puta; en la quebrada del Yuro, siendo una muerte absoluta... Fusilarlo tras del muro.
Revolucionario innato; con el tronar de la criba, que hombre nuevo y novato... Con su honra lo describa. Ay mi pobre Guevara; tu Madre ya lo decía: he parido toneladas... De amor decencia asentía.