Un día bastante lluvioso; siendo plena primavera, grandes ríos por las aceras... Un día gris, pero hermoso.
El tiempo lo agradecía; un campo seco y trillado, los campos apolillados... ¡También se lo merecía!.
Me volcaba por completo; admirando las centellas, no visualizaba etrellas... ¿Se quemarían por dentro.
Las palabras eran huecas; el tiempo era engañoso, mi interior tan orgulloso... Visión de un golpe de tuerca.
Las fantasias de mi vida; sobrevolando en mujeres recuento en mis pareceres... De añoransas escondidas.
Me fascina la belleza; siempre tengo buen aspecto, cuido el cuerpo con respeto Y anulo bien la tristeza,
El optimismo es muy sano; acomplejarse es muy duro, nunca te saca de apuros... Y la mente queda en plano.
Todo queda tan lejano; que ha quedado bien por dentro, ¿lo mismo se está pudriendo... En la altura, en los tejados.
El agua inunda la tierra; con la lluvia y su buen acto, aquí no mengua el contrato... El agua riega y se entierra. Que conste no pienso en mí; ni reniego donde estoy, tampoco sé si me voy... A bien comer y dormir.
Aún pudiendo recurrir; decencia y al inocente, teniendo una nueva suerte... Desvencijado y feliz.
Está lloviendo tan fuerte; las calles son como ríos... a ser verdad no hace frío... Con lluvia tan conduntente.
Siendo libre en los confines; con las estrellas del cielo, con vivencias sin los celos... Tienen su juego y sus fines
La ignorancia que me espera; en ese pueblo de origen encontré una moza virgen... La que espera, desespera.
Esa libertad orgullosa; esas damas bien vestidas, otras son más divertidas... Era linda y muy hermosa.
Siendo joven y tan jugosa; se adelantó a mi presencia, era preciosa en su esencia... Muy bonita y muy preciosa.
Con ademan orgulloso; me pidió prestó mi ayuda, ¿lo mismo estaba en ayunas... Con ojos poco gosozos?.
.-Señor le pido su ayuda; mi madre se encuentra enferma, es muy fuerte, más muy tierna... Tres días hace que ayuna.
.-¿Donde está hermosa dama; si está en mi malo os ayudo, estoy sólo y soy viudo... ¿Si al cristiano le reclamas.
.-Seguidme pués caballero; y perdonádme si abuso, por mi parte seria iluso... Prescindir de un extranjero.
.-¿Lo decís por mi buen porte; o por mi traje lujoso, los que he visto están pringosos... La verdad no es que me importe.
Cuando avistó a la mujer; se preocupó por su estado, una mirada ha bastado... Reconoció el buen hacer.
Con telefono en la mano; llamó a un buen sanitario, un médico extraordinario... Que lo queria como hermano.
La amistad para estos casos; sensible y acogedora, es buena y recogedora... No existiendo los fracasos.
Al rato llegó su amigo; le dió un vistazo a la enferma, y se reunió conmigo... La discusión fue muy tensa.
.-Ahora vendrá una ambulancia; la he llamado con urgencia, no creo que haya divergencias... No siendo buena esta estancia.
.-Lo que haga falta Manolo; sólo espero que se cure, que su hija no se apure... Como ella, yo estoy sólo.
.- Esto lo arregla la ciencia; está desnutrida y floja, ¿si en esta casa se aloja... Habría que tener paciencia.
Donde va la cuidarán; son expertos excelentes, cualquier cosa es procedente Siendo una barbaridad.
Pasaron casi tres meses; a la hija llevé a casa, siendo una joven con casta... Se me plantaba en sus treces.
Se esmeraba con mi ropa; también arregabla mi cuarto, noté pronto su buen tácto... No paraba; es que me trota.
La llevaba al sanatorio; para hacerle compañia, su madre sanaba en días... Le rezaba a San Antonio.
Me cambiaron la rutina; de una vida placentera, calmosa y muy verdadera... A una vida hostíl de ruina.
La madre cambia su cara; cuando me ve con su hija, en ella siempre se fija... Con una sonrisa rara.
La ve más gorda y lustrosa; lo agradece con sonrisas, cohibido me aparto aprisa... Yo también la veo preciosa.
Tras el pensamiento ardiente; pensé en los muchos años, soy más viejo y le haría daño... ¡¡Un cuerpo tan inocente!!.