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"ESTAS FUERON MIS AMANTES".
.- Eran jóvenes pudientes;
llenas de amor y ternura,
unas eran inocentes...
Otras pasión y dulzura.
Ninguna oponía sus dudas;
poco sabían de la vida,
en la cama hacían locuras...
Muy pocas fueron queridas.
Fueron muchas la heridas;
lágrimas entre agonías,
salían comprometidas...
Los hombre las bendecían.
No conocían la alegría;
entre juegos palaciegos,
las amaba y las quería...
Entre pasiones y juegos.
Pechos y besos de fuego;
desnudos sobre mi cama,
con caricias en su cuello...
Abrazada a su almohada.
El sol pleno en la ventana;
en un piso de Madrid,
mi bella y linda sultana...
Era hermosa y muy feliz.
Habían rosas en mi jardín;
negras, verdes y amarillas,
con su aroma de jazmín...
¡Todas eran mis chiquillas!.
"MUCHAS SE VOLVIERON CALLEJERAS".
Muchas tenían su castigo;
las recluían prisioneras,
sin amor y sin testigos...
Las metían a misioneras.
Como monjas verdaderas;
era el fin de sus caminos,
tratadas como a cualquiera...
Expulsadas sin destino.
Viviendo a su manera;
se ofrecían a los varones,
en barracas de madera...
Vendiendo amores y flores,
No conocieron amores;
aunque eran muy hermosas,
repasaban sus errores...
Siendo cosa muy curiosa.
Sin caprichos y orgullosas;
vivían con poco dinero,
remendaban varias cosas...
De mozos y caballeros.
"ALGUNAS ERAN SEÑORAS".
Otras fueron complacientes;
quedaron embarazadas,
no todos eran exigentes...
Las besaban y las cuidaban.
Vivían esperanzadas;
¿el padre; vete a saber?.
estaban y se conformaban...
Sin saber que era el placer.
No era amor ni el saber;
esclavas en la misma alcoba,
cumplían con su deber...
Sin el amor que les roban.
La mayoría eran bobas;
pero aprendieron muy pronto,
se convertían en lobas...
Con maridos que eran tontos.
Entre historias me remonto;
tras un pasado ruinoso,
se hacían negocios redondos...
Con amantes generosos.
Hacían convenios gloriosos;
la juventud es un tesoro,
los caballeros ociosos...
Los maridos sin decoro.
"ERA HERMOSA SIN VIRTUDES".
Su origen de provinciana;
tan bella linda y morena,
de la noche a la mañana...
Entre rosas y azucenas.
Una mujer verdadera;
con una rosa en su pecho,
con aires de Macarena...
Había desprecio y despecho.
Altiva miraba al techo;
entre sabanas moradas,
sus pactos quedaban hechos...
Sus amantes la admiraban.
Nunca estuvo enamorada;
sólo buscaba el placer,
con desden los castigaba...
Cumplían todos su deber.
"TODAVÍA LA SIGO AMANDO".
.- A la última que amé;
con ella llegó mi ruina,
muchas veces la llamé...
Para ella; era rutina.
Pelo lacio y brillantina;
ojos negros y labios rojos
cantaba en la concertina...
Sus miradas eran de enojo.
Con valentía y su arrojo;
cerraron mi corazón,
con dos certeros cerrojos...
Me dejó y me olvidó.
Esa es mi triste canción;
lo que me hizo más daño,
no fue una cruel traición...
¡La veo cien veces al año!.
"Guti"."El romancero".
