.- Una noche muy gloriosa.
Que acrecentó mi agonía.
Noche de vinos y de rosas...
Con alegres sinfonías.
Desperté con la alegría;
La visión me viene al rato.
Hay cuadros en la galería...
Con firmas y sus contratos.
Abro el ventano del cuarto.
Campanas en la lejanía.
Me desnudo mientras tanto...
Oyendo su letanía.
Con el viento y su armonía.
Veo floridos olivares.
Avisando aquel buen día...
Que ya no hay calamidades.
Hay mentiras y verdades.
Entre una rosa y la flor.
Son graciosas novedades...
Hablando de tradición.
Cuando oigo al ruiseñor.
Cantando al cercano día.
Plantado como un señor...
¿Cuántas veces la hice mía?.
Yo la amaba y la quería.
Entre mis brazos en la cama.
Un velo de celosía...
Luce bello en la ventana.
Satisfecha está mi amada.
Admiro su cuerpo hermoso.
Su cabeza en la almohada...
Con sus dos pechos gloriosos.
Comentarios muy graciosos.
Me miran sus ojos moros.
Condescendiente y garboso...
Sonríe cuando laboro.
Sus dos ojos es un tesoro.
Cuando respira pasión.
Igual que el brillo del oro...
Que encarna mi corazón.
Se oye bien la canción.
Muy suave nada estridente.
La radio en la habitación...
Marca a mi amante presente.
Mi corazón está candente.
Mi mirar avaricioso.
Yo soy un fiel pretendiente...
Y un caballero amoroso.
Momentos esplendorosos.
Caricias besos y halagos.
Se tiñen de azul precioso...
¡Para ella es un regalo!.
Que acrecentó mi agonía.
Noche de vinos y de rosas...
Con alegres sinfonías.
Desperté con la alegría;
La visión me viene al rato.
Hay cuadros en la galería...
Con firmas y sus contratos.
Abro el ventano del cuarto.
Campanas en la lejanía.
Me desnudo mientras tanto...
Oyendo su letanía.
Con el viento y su armonía.
Veo floridos olivares.
Avisando aquel buen día...
Que ya no hay calamidades.
Hay mentiras y verdades.
Entre una rosa y la flor.
Son graciosas novedades...
Hablando de tradición.
Cuando oigo al ruiseñor.
Cantando al cercano día.
Plantado como un señor...
¿Cuántas veces la hice mía?.
Yo la amaba y la quería.
Entre mis brazos en la cama.
Un velo de celosía...
Luce bello en la ventana.
Satisfecha está mi amada.
Admiro su cuerpo hermoso.
Su cabeza en la almohada...
Con sus dos pechos gloriosos.
Comentarios muy graciosos.
Me miran sus ojos moros.
Condescendiente y garboso...
Sonríe cuando laboro.
Sus dos ojos es un tesoro.
Cuando respira pasión.
Igual que el brillo del oro...
Que encarna mi corazón.
Se oye bien la canción.
Muy suave nada estridente.
La radio en la habitación...
Marca a mi amante presente.
Mi corazón está candente.
Mi mirar avaricioso.
Yo soy un fiel pretendiente...
Y un caballero amoroso.
Momentos esplendorosos.
Caricias besos y halagos.
Se tiñen de azul precioso...
¡Para ella es un regalo!.
Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.