"LA PROSTITUCIÓN DE LUJO: Y NO ME FIO DE LA VIDA".

"LAS MATRONAS DE BUEN LUJO".

Con esta crisis maldita;
hay que ganarse la vida,
la gente que me critica...
Es la misma que convida.

Que no critiquen mis hechos;
que tengo un cuerpo glorioso,
con unos pechos derechos...
Y unos ojos muy preciosos.

Mis clientes orgullosos;
son mis mejores amigos,
son compañeros graciosos...
Y se llevan bien conmigo.

Con la tarde sucia y fría;
de un otoño retrasado,
sabían que yo retendría...
Ese tema tan usado.

Teniendo tan buen cartel;
y un cuerpo que clama el vicio,
soy la guinda de un pastel...
Ya no voy ni con novicios.

Con nombre tan cotizado;
truena la maestra en vilo,
el paquete me he encontrado...
Con tres discos de vinilo.

Mi cuerpo lo tengo a prueba;
mis pechos son mi refuerzo,
mis piernas como en la escuela...
Mis brazos suaves y recios.

Cuando estoy con un cliente;
siempre le hago tres favores,
uno que sea el pretendiente...
Otro que crea en amores.

Y el tercero sea goloso;
y otros cuatro que me guardo,
por si el cliente es muy soso...
Desecho los que sean guarros.

No crean que nací puta;
yo sólo acepto regalos,
existen más prostitutas...
En el País; de los galos.

Las francesas son muy finas;
lo han gritado las encuestas,
iguales que las gallinas...
Siempre listas y bien puestas.

Con esa gran diferencia;
portuguesas y españolas,
salimos con referencias...
Por tener grandes las lolas.

 

"SEGUNDO ACTO:

Comenzando esta aventura;
por estar muy aburrida,
colocándome a la altura...
Y me llaman su querida.

Yo escojo a mis clientes;
para mi son mis amigos,
alguno no es muy decente...
Más no se pasan conmigo.

Las inglesas son calientes;
y las suecas son divinas,
las italianas pendientes...
Aunque son más atrevidas.

No crean que somos bastas;
la mitad son estudiantes,
la otra mitad están hartas...
Son ñoñas y petulantes.

¿Por qué no podría ser?;
ser coherentes con la dudas,
si no es digna el merecer...
Mejor que se queden mudas.

Por la crisis cobran poco;
100.000 pesetas de antes,
algunos se vuelven locos...
Otros muchos son distantes.

Como no cobro dinero;
a mi me traen las facturas,
tengo un cliente minero...
Un poquito cara dura.

Buen hombre y no es tacaño;
pero me pide unas cosas,
le grito; que me hace daño...
Que no soy una mariposa.

Sus regalos son muy caros;
pasa la tarifa al pleno,
no los compra y son muy raros...
Se cobra con mis rellenos.

Tengo en mi casa un montón;
no se ni el valor que tienen,
pero le cuento al bribón...
Que son bellas y me entretienen.

Quien comente tal escrito;
con la venganza de hembra,
¡por Dios; ay que me derrito!... 

Son mis piernas que me tiemblan.

Le gritan al firmamento;
desoyen palabras vanas,
el hombre es un esperpento...
Sólo es borrico con baba.

 

"TERCER ACTO:

Que alguna acepte el criterio;
de lo que tienen en casa,
lo dijo Don Euloterio...
No quedan hombres de casta.

En vez de guardar destreza;
de igual manera me quejo,
todos vienen con tristezas...
De cerca y otros más lejos.

Si se le llama calzones;
aquel que no pinta nada,
para mi son los mejores...
No dejan nada enredada.

La libertad es femenina;
ya han pasado las lecheras,
lo mismo algunas terminan... 

En una sucia cochera.

Yo también tengo pareja;
va en un gran barco embarcado,
pasa el tiempo y no se queja...
Seis meses al año y tarado.

A finales de este mes;
me llega mi marinero,
me lo como en entremés...
Por chulo y dicharachero.

Estáis pensando; ¿que puta?,
sobre todo por los cuernos,
aquel que lo hace disfruta...
¿O terminando más cuerdo?.

Existe un dicho en mi pueblo;

hacer el amor no es malo,

saludable para el cuerpo...
No hacerlo, sería más raro.

Conque basta de esta historia;
y si al leer me critican,
yo lejos y vivo en la gloria... 

Y dejo cosas escritas.

Las que hacen carreteras;

o en las calles de ciudades,

no hacen buena cartera...

Y algunas sin cualidades.

Las mafias de criminales;

que las traen con engaños,

son detenidas y se sabe...

Que son cientos en un año.

Las mujeres españolas;

las casadas y estudiantes,

son aquellas que mas lloran...

Que lo hacen con mangantes.

"Guti". "El romancero".

"NO ME FÍO DE LA VIDA".

Hoy ha brillado la Luna;
con sus reflejos de plata,
mi rebeldía sólo es una...
Con caricias alteradas.

Estoy como poseída;
necesito acercamiento,
mis sueños como la vida...
Y vibran mis sentimientos.

Mi cuerpo va en movimiento;

mis caricias van al cielo,

y en esos breves momentos...

Se me olvida hasta mis celos.

Mi boca como un capullo;
mis labios son muy dulzones,
siento que siendo muy suyo...
Si acarician mis pezones.

Mis manos son dos palomas;
mi cuerpo el de un colibrí,
mis besos son amapolas...
Con sus caricias; feliz.

Trémulas carnes fogosas;
con su freno y su agonía,
siendo como soy viciosa...
Ya que su amor lo tendría.

Ni recatos ni vergüenza;
¿dímelo que ya he logrado?,

su placer, sin resistencia...
Bajo mi cuerpo gitano.

Me muevo con el vaivén;
como se mueven las olas,

me encuentro feliz y bien...
Como una alegre amapola.

En esta mullida cama;
con las sábanas doradas,
me asomo en mi ventana...
Y me siento enamorada.

Me levanté una mañana;
y vi su cama vacía,
me asome a su ventana...
¡Creí que me moriría!.

Abandoné mi chalé;
allí quedan mis recuerdos,
ni una nota, recordé...

Él acabo el acuerdo.

Me fui a mi Andalucía;
tenia casa en mi Granada,
era grande y tan vacía...
Y mi cabeza anulada.

"Guti". "El romancero".

"OFRECÍA LO QUE TENIA".

Tenia una casa hermosa; 

un jardín llena de flores,

con una amante orgullosa...

Vestidas de cien colores.

No causándome dolores;

mi casa era a mi manera,

construida para amores...

Con mi amante de bandera.

Luciendo altivas palmeras;
con dátiles colorados,
en lo alto mi bandera...
Y a la vista el verde prado.

Como mujer verdadera;

hizo plantar siete pinos,

los rodean enredaderas...

Muy cercano había un camino.

Los pinos con poco brillo;
en el valle había nogales,
ópalos tan amarillos...
En socavones reales.

Al olmo le piden pan;
por un hambre retrasada,
que me hacen recordar...

Empanadas muy tostadas.

¿Y que pide mi sultana?;
cazando un joven viudo,
fue nacida en Dos Hernanas...
Me quiso sacar el jugo.

Yo le entregaría mi oro;
y estrellas, incluso la luna,
si tuviera mas decoro...
Estaría como ninguna.

Soy moreno como un moro;

me encantan los pajarillos,

tengo enjaulado tres loros...

Con mis juegos de chiquillo.

La mar con su blanca espuma;
como adorno de su frente,
mi casa será mas pura...
Lo he pensado fríamente.

La vida que ha sido dura;

olvide malos momentos,

¿si los cuento y me apuran?...

Serian graves tormentos.

Mi amante es mas madura:

ha olvidado viejos sueños, 

ya se ha puesto a mi altura...

Ahora somos los dos dueños.

"Guti". "El romancero".


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