"EL ENCUENTRO CON MI AMANTE, EN LA MUERTE".

"FUÍ EN BUSCA DE MI AMANTE".

Amor, dolores y besos,
por estar enamorada,
mi corazón sin desprecio...
Por sentirme separada.

Me he volcado en sus caricias;
muy suave eran sus besos,
su cuerpo era una delicia...
Aún creo notar su peso.

Guapo, moreno y muy hombre;
aún no cumplió los treinta,
hasta quiso darme el nombre...
¿No se si era broma, o treta?.

Es algo que desconcierta;
su hombría era soprendente,
¿cuantas veces no se acierta...
Con hombre guapo y decente.

Aún no tengo sus noticias;
y les hablo de tres meses,
notando hasta sus caricias...
Y mi cuerpo se estremece.

Sed de amor en la distancia;
prometió poco retraso,
nerviosa en la misma estancia...
Bebió agua de un gran vaso.

Se acercó hasta su ventana;
miró fija el horizonte,
se acercaba una tartana...
Se sintió floja y muy torpe.

.- ¡Ay amado de mi Alma;
te he añorado estos tres meses,
resguardandome en la calma...
Mucho tiempo me parece.

La tartana iba trotando;
la arrastraba dos caballos,
uno marrón y otro blanco...
Uno árabe y otro bayo.

De una botella amarilla;
bebió dando un lingotazo.
apartó a una camarilla...
Que le estorbaba a su paso.

Siendo mujer muy pudiente;
y aunque cumplió los cuarenta,
era hermosa y muy ardiente...
Y nunca se hizo mas cuentas.

Ella era joven y hermosa;
tenia muchos pretendientes,
más eran personas sosas...
Aunque también muy pudientes.

Nerviosa cogió una copa;
y la llenó hasta su borde,
fue quitandose la ropa...
Faja medias y los tacones.

.- No es posible acariciarte;
ya dialogo como loca,
¡ven a mi voy a besarte...
que voy a comer tu boca.

El gran fuego del deseo;
con sus ansias y sus ardores,
regalo lo que poseo...
Mi corazón con dolores.

Sangre que cercan mis venas;
en el amor no hay rencores,
sólo caricias muy tiernas...
Es mi amor por cien rincones.

.- Me asomo por la ventana;
no habia nadie, está vacía,
la tartana está aparcada...
¡No sabia ya lo que hacía.

Una criada morena;
aporreó sus nudillos,
en sus manos una gran pena...
.- ¿Ya no venia mi chiquillo?.

En sus manos vi una carta:
.-No tiembles querida Carmen,
desnuda soy de más casta...
Y no me estorban mis carnes.

Abrí la carta nerviosa;
llevaba un lazo muy negro,
leí palabras hermosas...
Pero de eso no me alegro.

¡¡Mi amor tuvo un accidente;
leí tres veces su escrito,
mis lágrimas tan ardientes...
Lloré como un Jesúcristo.

Caí redonda en el suelo;
desmayada aún lloraba,
como niña sin consuelo...
No era lo que yo esperaba.

.- Sin otra luz que mis ansias;
con un amor con cadenas,
nacida en un pueblo en Francia...
Muero sin calor ni penas.

.- ¡¡Amor mio voy contigo;
dejó el frasco en la mesilla,
muy sola y sin testigos...
La agonia de una chiquilla.

De pronto sonaron gritos;
oyendo voces extrañas,
usando aquel mismo rito...
La muerte viene y me engaña.

"Guti".


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