"UNA BUENA CANA AL AIRE".
"Se encontraron una vez;
una dama de altos vuelos,
esta vez no fue al revés...
La mujer busca consuelo.
Con limosina y destreza;
y un varón con condición:
-Hola señora marquesa...
Qué belleza y cuanto honor.
-Déjese de adulación;
y olvide ese pitorreo,
y atengamos la cuestión....
Que mirándolo no veo.
A ello que contestó;
el mancebo jardinero:
-Lo hago con la razón...
Falta me hace el dinero.
Como hace el camionero;
por su queso y su jamón,
no soy ningún bandolero...
Yo sólo ofrezco mi amor.
A esto que preguntó;
la gran dama de altos vuelos:
-¿qué decís ajustador...
Si me han dicho que es torero.
Que calmáis y reparáis;
con la ficción buena cara,
y también que preparáis...
Con unas hierbas muy raras.
Siendo la verdad mejor;
me han hablado buenas gentes,
no he conocido mejor...
Siendo mi hija cliente.
Sacrílega y muy incipiente;
siendo mi yerno un pendón.,
hasta viene el presidente...
Y trae su hija menor.
-Como digáis bella Dama;
penitencia y confesor,
son los maridos que claman...
Con sus cuernos y su picor.
Ambos que son reticentes;
lo proclaman a los vientos,
no hablan entre las gentes...
Para tapar el entuerto.
Del que pecó y confesó;
no hay deuda, ni deudores,
sólo soy un profesor...
¿Por qué aspirar entre Doctores.
-No crea la gente boba;
que por ser una Marquésa,
a mi las carnes me estorban...
Con mis pechos y flaquezas.
Mis carnes aún son prietas;
tengo el culo respingó,
unas piernas que revientan...
Y unas tetas de alcanfor.
Digo que no pude ser;
por más que quise decir,
nada que pueda leer...
Pues llamo esto escribir
-La comprendo bella dama;
y conozco a la mujer,
hay muchas que lo declaran...
Bello jardín sin clavel.
Sin que nadie colabore;
y va el rojo por doquier,
por matizar dos colores...
El buen azul del Marqués.
¡¡No me nombre a ese capón;
hace años que es pingajo,
y en la cama se acabó...
¡¡Le escupo escupitajos.
La Marquesa como un tren;
y le responde otra vez:
-experiencia has de tener...
No todo saldrá al revés.
Gozando diez mil amores;
esperando que les des,
perfumando cien mil flores...
En vez de jardín Edén.
Contesta el afortunado;
suspirando en la hierba,
que ni es loco ni tarado...
Hasta que la sangre hiera.
-Lo justo que es menester;
y lo que sobra reparto,
viniendo a merecer...
Con rosa, kantiana y llanto.
Mis besos y mi arrebato;
mis caricias son de miel,
mis abrazos otro tanto...
Mis manos un tierno clavel.
La dama le replicó;
a tan ardiente fulano:
-No es modesto y consintió...
Las caricias de sus manos.
Si es que puede merecer;
hija tengo y de arrebatos,
me hace palidecer...
¿Podemos hacer un trato.
Si creo que he de entender;
esos besos y tus abrazos,
de un amante ardiente y fiel...
Seria muy serio y buen trato.
-Más Señora vos también?;
-¡¡qué insinuáis malandrín,
no sabiendo del querer...
Cascarón con aserrín.
¿Es que no seríais capaz;
teniendo yo treinta "tacos",
acariciarme y besar...
Y penetrarme hasta el "tranco".
Arrullarme y acariciarme;
dándome felicidad,
recogerme y transplantarme...
Siendo una amiga legal.
Soy como la buena tierra;
que clama el buen "transplante",
como el capullo que entierra...
Como el surco que anhelaste.
Con la semilla de amante;
con las caricias de un novio,
con los besos de un tunante...
Con suspiros de un Tenorio.
Le contestó el macarrón;
comenzó a brillar sus ojos,
todo lleno de emoción...
Del pálido a más sonrojo.
-He de contemplar el jardín;
y creo que es muy hermoso,
¿puede quitarse el batín...
Para ver si están precioso
La dama se lo pensó;
dudando solo un instante,
y luego se desnudó...
Salió un cuerpo muy brillante.
-Como podréis apreciar;
no tengo mis veinte años,
y de experiencias ni hablar...
¿Si lo hago no harás daño.
El macarrón se hace mechas;
contemplando la hermosura,
está bien no es contrahecha...
Y ya le entra calentura.
Traspasaré mis secretos;
a Dama tan singular,
entresijos y entrecejos...
Procuraré no tardar.
Aunque me deje el pellejo;
quiero admirar esos pechos,
me convertiré en "pendejo"...
Y la pondré cara al techo.
Es un otoño tardío;
cuando comienza el invierno,
siendo una flor sin rocío...
Es muy hermoso y muy tierno.
Es un ocaso sin Sol;
extenuando el poderío,
con tristeza del dolor...
Como las aguas de un río.
Quiero apreciarlos muy cerca;
esos pechos tan turgentes,
eres dulce y no muy terca...
Tus ojos un continente.
Nacimiento del placer;
de óvalos amaitinados,
se vislumbra en el sostén...
Los dos van muy colocados
¡¡Quiero besarle su boca;
quiero acariciar su cuerpo,
ese cuerpo que provoca...
Como dos alas de cuervo.
Esplendor y amanecer;
que luce como el crisol,
su rica y fecunda miel...
Cuando más calienta el Sol.
Que se pierde en el trigal;
en un frío oscurecer,
con tu cuerpo irreal...
Yo me voy a adormecer.
-Jamás he creído oír;
susurro tan singular,
yo me tendría que ir...
Ya me siento regular.
Me acuerdo de mi marido;
que es bujarra y es cabrón,
debe estar arrepentido...
Es marica y es pendón.
Y tras leves titubeos;
cayó por tierra el batin,
que portaba un camafeo...
con oro, perlas y postin.
Le siguieron los zapatos,
de fino y alto tacón,
con vaivenes de teatro...
Se deshizo del reloj.
-Estoy pasando un mal rato;
se dirigió al varón,
no se si cumplir el trato...
Cada vez estoy peor.
Más este no consintió;
que paralizase el acto,
siguió la dama en cuestión...
Dejandose de boatos.
Se quitó el sujetador;
y el varón quedó asombrado,
se aguantaban bien los dos...
Puntigúdos y nacarados.
-¿Qué miraís con tanto ardor;
estoy pasando un mal trago,
ya me viene hasta el calor...
Al ver mis pechos parados.
Que fueron duros y turgentes;
y centrados por derechos,
ahora ya no es urgente...
Eran fuertes y muy bien hechos.
-Son como dos firmamentos;
su cuerpo y sus hechuras,
para mi es un monumento...
Son dos rosas de hermosura.
Que habeís catado infantas;
que son tiernos querubines,
dejáis seca mi garganta...
Sus maridos malandrines.
Con mi sobrina Renata;
y una amiga que es soltera,
poco más y se me atraganta...
Al bajar las escaleras.
- Sois muy bella a fe mía;
esplendida a vuestros años,
y no concuerda villanía...
A no ser que te hagan daño.
No comprendiendo el esposo;
a no ser que sea muy ciego,
para admirar bien lo hermoso...
Y pintarlo en un buen pliego.
-No es ciego sino capón;
y no dándome remedio,
lo tengo que buscar yo...
Y no meterme por medio.
Mi hija me habló de vos;
porque su marido es ciego,
también me lo advirtió...
Que sois "respondón del bueno".
-Teneis la piel con aróma;
con esencias de jasmin,
de tal palo tal carcoma...
¿Quién me lo iba a decir.
Vuestros labios tan preciosos;
vuestro cuerpo tan bien echo,
vuestros pechos tan hermosos...
Vuestra sonrisa de helechos.
Sois mil rosas muy tempranas;
y un clavel por cada beso,
en una dulce madrugada...
Voy desquitándome el peso.
Yo como buen artesano;
me cardo muy bien la lana,
con unos besos gitanos...
Porque arreo bien la badana.
Aunque a veces voy tan tieso;
es posición alargada,
a veces ni me enderezo...
Ni de noche ni mañana.
Cuido la tierra y la riego;
que abandonan los primeros,
mereciendo cierto riesgo...
Como alegre jardinero.
Por ser capones y ciegos;
de tanta hermosura echada,
me es igual se llame Diego...
La tierra queda fechada.
Moraleja:
Si quieres cambiar de plato;
y te aburren las lentejas,
¡¡avisa que viene el "Tato"...
Ya no es comida de viejas.
Siempre habrá mil "boniatos";
que los coloque entre cejas,
haciéndote un buen teatro...
Tirándole bien las tejas.
Y ese no es buen retrato;
para un Marqués de la tierra,
y aparentar que está harto...
Lo abandona y me lo entierra.
"Guti".
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