lunes, 14 de junio de 2010

"UN SUEÑO DE UNO SIN TECHO"

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"UN SUEÑO MUY DESGRACIADO".

"Ha llegado a mis oídos;
que he sido muy criticado,
no miro nunca mi ombligo...
Y he quedado muy hastiado.

Me dicen que estoy muy verde;

como poeta soy malo,
quisiera haber quien me entiende...
Si lo mio es reciclado.

Quien lo dice es ignorante;

y no saben hacer "rimas",
escriben y echan "palante"...
Lo que hacen no lo estiman.

¿Que me dedique a las flores;

a los paisajes y montes,
si me encantan sus olores...
Pero pierden hasta el norte.

Si un poeta va sin rimas;

sólo es aficionado,
a no ser los que se arriman...
Están tontos y trastornados.

¿Que gano yo por ejemplo;

cantándole a la azucena,
o a la rosa de buen tiempo...
Si no me gano la cena.

La poesía moderna;

habla de la cruda vida,
de las rubias y morenas...
Que eso si son maravillas.

Un día conocí a una moza;

me criticó muy grosera,
sólo le dije...¡¡que hermosa!!...
Me tiró por la escalera.

Bajó corriendo asustada;

me vio con sangre y pellejo,
-¡¡ya no aguanto cabronadas...
De hombre y muchos tipejos.

Me dio su mano y me dijo;

si la quería denunciar,
a mi me importaba un pijo...
Si era sólo un animal.

Me levanté agraviado;

me fijé en sus ojillos,
yo ya estaba condenado...
Su voz parecía de un grillo.

Siete volteretas di;

bajando los escalones,
pero nunca pretendí...
Que hubieran tantos cabrones.

Era un corro de infamantes;

pero nadie me ayudaba,
era sólo difamante...
Con tres días que ayunaba.

Perdida hasta la vivienda;

por no pagar a los bancos,
se la quedaron de prenda...
solía dormir entre bancos.

Por vergüenza y dignidad;

no iba a los comedores,
por mucha necesidad...
Habían familias peores.

La moza me acompañaba;

y me metió en un gran coche,
ya me venia la empanada...
Y así recayó la noche.

Me encontré en una gran casa;

con criado y camarera,
la joven era de casta...
Y los muebles de madera.

Quiero decir buenas marcas;

señoriales y muy finos,
aquella joven en sus "arcas"...
Tendría unos caros vinos.

Al rato vino un doctor;

me miró por todo el cuerpo,
tres costillas y moratón...
Y me vendó como un cuervo.

Quise hacer un comentario;

más no pude hacer inciso,
más parecía un balneario...
Treinta más grande que un piso.

Ya se marchó el matasanos;

algo comentó en corrillo,
me sentí como un gusano...
Pero cené a tres carrillos.

Eso decía yo al comienzo;

las rimas son poderosas,
rimando como yo pienso...
Con poesías desastrosas.

Bonito es el pensamiento;

y el cantar como lo dicen,
sólo es tener sentimiento...
Pero cuatro me maldicen.

Me metieron en el baño;

y me quitaron la ropa...
no lo hacia desde hace un año...
Solo me lavé la "popa".

Me dieron la ropa nueva;

ropa fina y elegante,
con ropa uno se renueva...
Hasta parecía un cantante.

Me había afeitado la barba;

sólo cumplía los cuarenta,
en un espejo con barra...
La joven quedó contenta.

¡¡Por Dios que cambiado estaba;

con aquel traje tan fino,
no sabia ni recordaba...
Si era blanco o filipino.

La miré y quedé confuso;

la miraba sorprendido,
vestía un traje muy ruso...
Y me quedé muy rendido.

Era un vestido elegante;

con sus enaguas floridas,
mi vista quedó al instante...
En sus manos unas bridas.

Me indicó que la siguiera;

no me dejó ni que hablara,
eso no lo hace cualquiera...
Me dijo "chitón"... parada.

Me indicó la habitación;

con una cama muy grande,
casi me hizo ilusión...
Espero que no atragante.

Así pasaron seis meses;

le había contado mi historia,
poeta con entremeses...
Allí vivía en la gloria.

Ayudaba al jardinero;

y le ayudaba en las compras,
ayudaba al cocinero...
Y lavaba hasta la ropa.

Un día que iba a una fiesta;

me comentó ella muy seria,
Que después de hacer la siesta...
La acompañara a la Feria.

Me encontré un traje nuevo;

con corbatas y tres camisas,
zapatos de fino cuero...
Como si me fuera a Misa.

En la Feria de Sevilla;

había cante y cachondeo,
yo no tenia calderilla...
Me miró y vi choteo.

Metió su mano en su bolso;

y me entregó un buen fajo,
yo la miraba goloso...
Comía sin ningún trabajo.

Aquella noche pasó;

de tanto baile y sus finos,
a las cinco me besó...
Y se quitó su vestido.

Llevaba medias de seda;

enganchadas en su "corpiño",
sus manos blancas de cera...
Las miraba como un niño.

El sostén cayó en la cama;

vislumbré pechos macizos,
entonces perdí la calma...
Y me abalancé a sus rizos.

La oí gemir como loca;

me apretaba la cabeza,
entonces besé su boca...
Su cuerpo quedó muy tiesa.

Cuando desperté era día;

el sol arrasaba el cuarto,
ella me dio...¡¡buenos días!!...
Y dos besos sin teatro.

¿Si eran las seis de la tarde;

y la cabeza perdida,
con la intención de prestarle...
Viendo a la joven rendida.

Ella tenia una Empresa;

y se levantó muy pronto,
tres bodegas con Dehesas...
Y yo dormí como un tronco.

La historia larga y hermosa;

era viuda y sin hijos,
era linda y muy preciosa...
Y a mi me importaba un pijo.

Desperté con sobresalto;

al notar el zarandeo,
era un policia muy alto...
Y no queria más cachondeo.

¡¡Joder el maldito sueño;

me ocurre por desdichado,
se acabó ya de ser dueño...
Con un sueño desgraciado.

"Guti".

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