jueves, 17 de junio de 2010

"DE LA SOLEDAD VENIA, A LA SOLEDAD QUE TENGO".



"RECORDANDO EN SOLEDAD".


"¿Que se siente en soledad;
si de soledades vengo,
¿es tener tranquilidad...
Les advierto y les prevengo.

Hace años me ocurrió;

que un encuentro saleroso,
un ángel me apareció...
Un ángel lindo y hermoso.

Rubita y ojos azules;

y con un cuerpo precioso,
en un bar de los "Antunez"...
Mirándola receloso.

Me surgían pensamientos;

al admirar tal belleza,
siendo mi vida un tormento...
No siendo de realeza.

Siendo una hermosa visión;

critiqué sus compañias,
dos hombres con "camisón"...
Trabajadores del día.

Pero pronto me dí cuenta;

que la estaban molestando,
eran pájaros de "cuentas"...
Con camisones y cantando.

Me acerqué muy cauteloso;

sentándome en una silla,
uno estaba muy goloso...
Y el otro casi me chilla.

Me metía en "berengenales";

y eso que yo estaba en forma,
parecían dos generales...
Más, no merecían las normas.

Uno que la retenía;

un joven muy corpulento,
al oído le decía...
Te llevo a mi apartamento.

El otro ya me avisaba;

era viejo y medio tuerto,
me miraba y presentaba...
Un cuchillo en un envuelto.

Aquello era una amenaza;

si me metía con el tuerto,
el otro con sus manazas...
Le sobaba todo el cuerpo.

Los clientes se marcharon;

viendo lo que está pasando,
el camarero parado...
Muy serio y descansando.

Me acerqué al mostrador;

y le dije dos palabras,
el joven me demostró...
Ser familia del que hablaba.

No teniendo solución;

agarré un buen taburete,
como dice la canción...
Los dos fueron al "retrete".

Me revolví muy furioso;

miré fijo sin consuelo,
en el suelo estaba el "oso"...
Desparramado en el suelo.

El tuerto sacó el cuchillo;

con el taburete en ristre,
chillaba como un chiquillo...
De un golpe quedó "muy triste".

La saqué casi en volandas;

la joven me dio las gracias,
nerviosa se me atraganta...
Por salir de la desgracia.

Llegamos cerca del coche;

donde lo había aparcado,
era ya casi de noche...
La noté muy espantado.

En el brazo una herida;

y morado tenia un pecho,
ya la tenia conseguida...
Me relató con los hechos.

Era el hijo del casero;

el más joven de los pillos,
era feo y muy moreno...
El tuerto otro buen grillo.

Uno clamaba su fuerza;

el otro tenia su ingenio,
para que el joven no tuerza...
El tuerto tenia mal genio.

No podía irse a su casa;

y tampoco denunciarlos,
gentuza con mala casta...
Se lo habían anunciado.

Le pregunté si tenia;

algún familiar cercano,
se que tampoco debía...
Dejarla en un "mal mercado".

Dijome vivía muy sola;

y su familia muy lejos,
en sus ojos vi las olas...
En un mar con dos pellejos.

Me la llevé a mi casa;

me miró agradecida,
se veía que era de casta...
Con mirada ensombrecida.

Así pasaron tres meses;

era una maravilla,
cada día crece y crece...
Y seria buena costilla.

La invité a buena cena;

en restaurante de lujo,
para mi una condena...
Nervioso y muy confuso.

En los postres con buen queso;

le entregué un gran anillo,
me aceptó con los tres besos...
Y reía como un chiquillo.

Aquí se acaba la historia;

de uno que fue muy feliz
con mi mujer en la gloria...
Más nunca comí perdiz.

Juegan estando en el césped;

dos rubitas muy hermosas,
con los ojos color verdes...
tan lindas y tan preciosas.

¿Quién habla de soledades;

si de soledad yo vengo,
me rodean familiares...
Y con ellos me entretengo.

Mi mujer murió muy joven;

murió en su segundo parto,
era comadrona novel...
Desde entonces estoy muy harto.

Quiso tenerla en su casa;

como la tuvo su Madre,
sabiendo que era de casta...
Yo era sólo un compadre.

Un sargenton con carrera;

mandona y muy cariñosa,
me sentaba en la escalera...
Para verla tan hermosa.

Estoy mirando su imagen;
en cuadro del comedor,
a veces era muy "malaje"...
Dos unos... eramos dos.

Estaba hermosa en la cama;
me miraba y sonreia,
miraba con mucha calma...
Yo la amaba y la queria.

"Guti".

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