"HISTORIA DE UNA MOZA TARAMBANA".

"DE EMBUSTERA, A BUENA MOZA".

Conocí a una mujer;
y caí como un pardillo,
muy joven y sin chiquillos...
Muy ardiente al parecer.

Fue en la playa de Alicante;
donde van los madrileños,
con los negros marfileños...
La de "San Juan" que da el cante.

Me la presentó un amigo;
dijo llamarse María,
¿con aquel cuerpo que haría?...
Me lo avisó de testigo.

Me contó pelo y señales;
.-me enamoraron sus ojos,
lo escuchaba con enojo
Y él seguia en sus verdades.

Alegre a pertenecer;
convivia con un fulano;
un tacaño soberano...
Que me hizo padecer.

Tan ruines y caprichosos;
tan malos como personas,
lo conocian en la zona...
Siendo los dos sospechosos.

Con diarreas mentales;
proseguian en sus codicias,
corrompen con avaricia...
Cosas tan fundamentales.

Los dineros y caseríos;
era herencia de la moza,
no se sabía otra cosa...
Que se extinguía el señorio.

"Entre los dos la robaron;
y ella sola se arruinó,
muy bajo cayó el listón...
Más muerta la alimentaron".

Terminó con brevedad;
mi amigo fue al chiringuito,
era un bar muy chiquitito...
Con lapsus de seriedad.

Yo siendo joven y apuesto;
lo que aprecian las mujeres,
sirvo de cien menesteres...
Y siempre a punto y dispuesto.

La joven me sonreia;
viendo sus labios tan rojos,
ella captó mi sonrojo...
¡La moza una monería!.

Me explico toda su historia;
con mentiras y sus verdades,
eran sucias realidades...
Más ella cantó victoria.

Me vió que estaba encoñado;
la moza que era pillina,
una hermosa gachupina...
Que a su chulo ha abandonado.



Me dijo que la azotaba;
con maltratos y palizas,
cuestiones de estar en liza...
Mi mente quedó agotada.

Tenia todo a su nombre;
las tierras y los caseríos,
de pensarlo me entra frío...
Siendo aquel chulo un mal hombre.

Cada noche iba a su encuentro;
estando de vacaciones,
en la playa los brivones...
Tenian sus desencuentros.

Nunca huiremos a Roma;
¿y si aquel chulo se hunde,
la historia que lo secunde...
Ese loco no es de bromas.

Muy venenoso es sin duda;
hablar mal de la mujer,
estas no han de merecer...
Tener la cara tan dura.

Yo que estaba enamorado;
y rendido a sus encantos,
por su hechura y bello canto...
Muy ciego y endemoniado.

¿Tendrá tal vez un amuleto;
tan venenoso e impio,
de la fulana me fío...
Sólo lo usará en secreto?.

Con la lengua facilona;
con ojos fascinadores,
con apliques seductores
Bien nacida en Barcelona.

Me reclama en su prencia;
para caer en sus brazos,
y hacerme en cien mil pedazos...
Sin amores y si su ausencia.

Tan hermosa me enajena;
sus miradas me alucinan,
sus dos pechos me fascinan...
Mis sentidos la veneran.

Todas ella me envenena;
mi corazón la reclama,
siendo bella y dulce dama...
Queda justo en mi condena.

Es tan fuerte mi pasión;
que me rompe el corazón,
cuando hacemos el amor...
Yo noto hasta compasión.

Más yo prosigo y la adoro;
mi boca se queda muda,
con posiciones tan nulas...
Siendo para mi un tesoro.

Llevamos casi diez años;
con derroche de alegrías,
no hay peleas ni agonias...
Que son las que hacen más daño.

"Guti".


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