"LA CONQUISTA DE UNA NOCHE".
Viendo una foto preciosa;
con una hermosa mujer,
bonita, más perezosa...
Pero buena en el querer.
Más le comienzo la historia;
explicando su final,
aquí paz con mucha gloria...
Pero no hay que criticar:
"-.Como otras muchas noches;
salí a dar un paseo,
en garaje quedó el coche...
No teniendo un gran deseo.
Por el paseo marinero;
repleto de paseantes,
unos pocos sin dinero...
Recogiendo a los firmantes.
Unos gritan ¡libertad!;
otros que haya democracia,
pero todos por igual...
Y eso me hacia mucha gracia.
Más me fijé en una mesa;
con una morena hermosa,
disgustada y algo tensa...
No se sentía gozosa.
Me senté frente a su mesa;
admirando su figura,
camareros con remesa...
Caminaban con soltura.
Quedé prendado al momento;
mirándola muy nerviosa,
con un tierno sentimiento...
Cada vez era más preciosa.
Con unos labios preciosos;
y con dientes de marfil,
ver sus ojos tan hermosos...
Y su sonrisa al reír.
Sonrió al camarero;
le hizo la petición,
con un pequeño sombrero...
Que la hacia aún mayor.
Viste con mucha elegancia;
siendo tan linda y hermosa,
poderosa con constancia...
Con una cara preciosa.
Con unos pechos rotundos;
con unas piernas de seda,
con ganas de un trotamúndo...
Con la carita de pena.
En una mesa cercana;
cuatro individuos molestos,
los que joden la marrana...
Son personas que detesto.
Morena y ojos marrones;
con una fina elegancia,
rodeada de gorrones...
que están a poca distancia.
Con nubarrones muy grises;
titubeas con los amores,
uno dijo: yo te quise...
Eres rompecorazónes.
Le gritaban palabrotas;
óbsenas y barbaridades,
piropos de poca monta...
Llenos de óbsenidades.
Iban repletos de vinos;
los cuatro ni se aguantaban,
más uno que contravino...
Le dijo; ¡besos fulana!.
Me levanté muy furioso;
y me acerqué al borracho,
al muy guarro y asqueroso...
Le propine dos guantazos.
Los otros tres compañeros;
viendo que yo era más fuerte,
gritan como plañideros...
Pero tuvieron más suerte.
Volví a sentarme en mi mesa;
nervioso por aquel trance,
la morena estaba tensa...
Que un mal miedo la trincase.
Se levantó muy resuelta;
y se acercó a mi presencia,
más sin aviso y sin vueltas...
Me dio un beso de inocencia.
Me quedé patidifuso;
ante deliciosa entrega,
yo no soy un hombre obtuso...
Ni soy varón que entretenga.
Se sentó junto a mi vera;
me señaló a los villanos,
fue un amor de primavera...
De aquel hombre tan marrano.
Merodean en el centro;
esperaban a la moza,
con el corazón deshecho...
Y su carita preciosa.
Me invitó a acompañarla;
como quien pide defensa,
la noche para ampararla...
Con mi hombría y mi destreza.
Muy cerca estaba su casa;
la rodea un gran jardín,
siendo una mujer con casta...
Imposible intervenir.
Me invitó a tomar algo;
no me pude resistir,
con pensamientos de un galgo...
Con la liebre a perseguir.
Y sucedió lo esperado;
resuelta cerró la puerta,
lo que yo había deseado...
Llevarla expuesta a mi huerta.
¡¡Ay morena de mi Alma;
puede ser tu cumpleaños,
tienes que tener más calma...
El cumplirlos no hace daño.
Y lo narro como un cuento;
lo digo "por las perdices",
entre encuentros y descuento...
Los dos fuimos muy felices.
"Foto: JPG.
Aquí presento a mi Beatríz;
igual que una diosa griega,
sin acabar de vestir...
Dice que nació en Noruega.
Como ven yo no he mentido;
tan maciza y tan hermosa,
rápido yo me he vestido...
En esta foto preciosa.
"Guti".
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