"¡¡CON MUY POCA CALDERILLA!!".
Decían que antiguamente;
los duelos estaban al día,
no me sean inocentes...
¿Rezar tres Ave-Marías.
Le antepusieron un nombre;
desde entonces no se ha vuelto,
a dirigir ningún hombre...
Ni ciego, mudo ni tuerto.
¿Si vivimos dos edades;
una propia y otra ajena,
una cuenta sus verdades...
La otra da risa y da pena.
Si les cuento mis bagajes;
sólo porto mil dinares,
en mi vida un sólo traje...
Lo demás gasto en los bares.
Al cambio comunitario;
en euros no llega a cien,
capital minoritario...
Sólo para quedar bien.
La plata de los extraños;
la alimenta el dios del oro,
con políticos y su engaño...
Temiendo al tanto y ¡¡al loro!!.
Mis monedas eran de cobre;
y al rico mucho cuidado,
no sea que el Banco te borre...
Que en un pis pás, te ha robado.
Los hombres antiguamente;
eran valientes y honestos,
con su honor eran creyentes...
Y aburren y son molestos.
A la honra de una dama;
lo moderno le sobraba,
¡¡vive Dios; grita quien clama...
Siendo una dama alterada.
No se queje bella dama;
soy un modesto poeta,
quien se queje es que no llama...
Tendrá buena zapateta.
Hablo de puertas con viento;
transportadas por la brisa,
viendo a un varón muy contento...
Más lo que cuenta crea risas.
Recuerdo mis soledades;
en aquella regia casa,
ya no estamos en edades...
Ahora el correr hasta cansa.
No sé que tiene este pueblo;
donde vivo, como y duermo,
me explotan estando cuerdo...
Ni tan siquiera soy dueño.
Es la historia y mi bagaje;
por venir aún más lejos,
dos calzones y un mal traje...
Y con cara de pellejo.
Más presiento que no entiendo;
la crítica y las miradas,
hieren más mis sentimientos...
Y eso en mi es cosa rara.
Yo soy más necio y palurdo;
mis palabras son más huecas,
soy "bajito" y muy "zancudo"...
Por eso me encuentro en huelga.
He aquí mi bella dama;
mi espada está a su servicio,
espero no ocurra nada...
Aunque tengo malos vicios.
Entiendo lo que me harta;
dilapido mis jornales,
trabajando en Santa Marta...
Mirando en los andurriales.
Siendo ignorante y palurdo;
de cuantas cosas recurro,
viéndolo negro y absurdo...
Me aparento como un burro.
Lo que no puedo guardarme;
de los peligros de un ciego,
ni de un sordo "resguardarme"...
¡¡Donde dije; digo Diego
No tolero a los villanos;
ineptos e incompetentes,
con un Gobierno tirano...
¡¡Jadeando al inocente.
Dama de muy alta alcurnia;
hermosa y de buen linaje,
hermanada con la curia...
Vestida con lindo traje.
Con locura y mi arrogancia;
noto alrededor desprecio,
puede ser tanta desgracia...
Soy muy fuerte y soy recio.
Conocí a una hermosa dama;
pretenderla era mi sueño,
¡¡ay por Dios; grita y me exclama...
¿No sabe que tengo dueño.
Su cuerpo una poesía;
su cara una dulce estrofa,
quien llegue a su "celocía"...
Podrá cantarle una "tróva".
Observando regia cama;
y viendo tan buen "yantar",
me han crecido siete canas...
Con la sidra en el el lagar
Soy honrado y muy discreto;
más la fortuna no hallo,
entiendo que no es correcto...
Convertirme en un lacayo.
Las locuras de este Mundo;
que comentan y yo lo creo,
este palurdo da tumbos...
Como un niño en un recreo.
Las señales a mi juicio;
viendo que muchos perdemos,
crea unos graves prejuicios...
Y a eso ya nos atendremos.
Como pensamientos puros;
no sacarán nada en claro,
vale una fortuna un puro...
Lo digo bien, y lo aclaro.
¿Si en esta vida no entienden;
lo que ocurre y lo que pasa,
ladrones que desentienden...
La honradez hasta en su casa.
"Guti".
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