"NO ME FÍO DE LA VIDA".
Hoy ha brillado la Luna;
con sus reflejos de plata,
mi rebeldía sólo es una...
Con caricias alteradas.
Estoy como poseída;
necesito "acercamiento",
mi amor transcurre en tu vida...
Con tu aroma y "movimientos".
Mi boca como un capullo;
mis labios son muy dulzones,
siento que siendo muy tuyo...
Si acaricias mis pezones.
Mis manos son dos palomas;
mi cuerpo el de un colibrí,
mis besos son amapolas...
Con tus caricias; feliz.
Trémulas carnes fogosas;
con su freno y su agonía,
siendo como soy viciosa...
Ya que tu amor lo tendría.
Ni recatos ni vergüenza;
¿dímelo que ya he logrado,
tu placer, sin resistencia...
Bajo mi cuerpo gitano.
Me muevo con el vaivén;
como se mueven las olas,
te encuentro feliz y bien...
Como una alegre amapola.
En esta mullida cama;
con las sábanas tan blancas,
mis nervios no están en calma...
Me hundo en tus partes blandas.
Me levanté una mañana;
y vi su cama vacía,
mi amor; mi hermosa Mariana..
¡¡Creí que me moriría.
Abandoné mi chalé;
allí quedan mis recuerdos,
ni una nota, recordé...
¿Se la han comido los cuervos.
Me fui a mi Andalucía;
tenia casa en mi Granada,
era grande y tan vacía...
Y mi cabeza anulada.
Conocí a una hermosa joven;
muy morena y muy gitana,
estas son las que te "joden"...
De la noche a la mañana.
Sus formas eran muy finas;
era fuerte y muy preciosa,
se llamaba Serafina...
Gitaneada y hermosa.
Su Padre era ganadero;
criaba y vendía ganado,
teniendo un tío hostelero...
¡¡Por Dios esta me ha engañado.
Eran gente de Granada;
y yo pensé;¡¡me la como,
queriendo y acostumbraba,
Y eso no entra en mi coco.
Más de "guarrerías" nada;
lo primero, un bofetón,
-dijo; soy "virgo" y gitana,
¿¡¡Pero que he hecho por Dios.
Anduve el camino serio
al paso de mi caballo,
como un modesto arriero...
Seguía la yegua y yo "bailo"
Dejé que me adelantara:;
y fijarme en su persona,
como una reina plantada...
-Dijo; vamos que ya es hora.
Y al trote van por el monte;
si escriben estas chorradas,
van a la casa de "Frote"...
Que padece salvajadas.
Al entrar en aquel valle;
di descanso a mi caballo,
recuerdo; y mejor que calle...
Los pensamientos que hallo.
Enjuagué el sudor tan frío;
que emanaba por mi rostro,
lastima que no haya un río...
O riachuelos de sollozos.
sueltan tacos e improperios,
que otras más avariciosas...
Buscándose un gran imperio
Con "imperio" me refiero;
a viudos de postín
grandes tontos con dinero...
Y poca vida por vivir.
Serpientes muy venenosas;
sueltan fluidos con veneno,
son jóvenes tan viciosas...
Que sólo buscan dinero.
La vida guarda sorpresas;
y estos viejos con caudales,
guardan siempre en su "despensa"...
Más juventud, que reales.
"¡¡Deja que se enfrié tu cama;
disfrutarlas "alquiladas",
déjate crecer las canas...
Las otras son más fulanas".
Y aquí comienzo en Granada;
lugar de mi residencia,
una historia tan sagrada...
Que guardo con resistencia.
En la vega del Geníl;
la rodean blancas casas,
hay quinientas entre mil...
Con gentes de buena casta.
Sobre toda en una orilla;
se extiende gente muy rica,
son viejales de Sevilla...
Con mujeres muy ariscas.
Luciendo altivas palmeras;
con dátiles colorados,
varían con las higueras...
Cubriéndole el verde prado.
Los pinos con poco brillo;
en el valle son nogales,
ópalos tan amarillos...
En unas piedras reales.
Olmos que les piden pan;
por un hambre retrasada,
que me hacen recordar...
Valiosas empanadas.
¿Y tú quieres ser sultana;
cazando un joven viudo,
por mucho que rías "hermana"...
Nunca me pondrías el yugo.
Yo te daría mi plata;
y estrellas, incluso la Luna,
si no dieras tanta lata...
No estando como un "miúra".
La mar con su espuma blanca;
como adorno de tu frente,
mi casa será una "estanca"...
Lo he pensado fríamente.
Ya tuve una historia rara;
al comienzo de este escrito,
la gachí con mucha cara...
Me dejó por Jesucristo.
Se me asiló en un Convento
como monja de clausura,
su cuerpo; un monumento...
De color verde aceituna.
Las torres de mi mansión;
valen más que una persona,
existe una solución...
No quedarte nunca sola.
Lo digo en mi compañía;
suspirando en mis jardines,
con eso yo pensaría...
¡¡Que estás muy rica colines.
La joven no vaciló;
y extendiendo suave el brazo,
"dióle" un fuerte coscorrón...
Posteriormente un abrazo.
Y montada en buena yegua;
él montó en su caballo,
prometiendo más enmiendas..
Era hermosa; no era un callo.
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