.- Hay casadas que me adoran.
No son corrientes y sonrío.
Mi amante ama y me adora...
Pero siento escalofríos.
La venganza en plato frío.
Con momentos muy amargos.
Cuando lo cuento me río...
Y de ella ya me encargo.
Esta son a grandes rasgos.
En la playa están las olas.
Las valoro y yo lo valgo...
Por pedido va a la cola.
Mi amada es una amapola.
De su estado me hago cargo...
Ni me ríe y ni me llora.
Pasó momentos amargos.
Al poco rato me encargo.
No me tengo de tunante.
Soy decente porque valgo...
Conozco a muchos farsantes.
Con un vuelo muy constante.
Llega a mi un tierno aroma...
Con eso tengo bastante...
Dejando aparte las bromas.
Hay quien las da y las toma.
A media noche veo llamas.
Con miedo que me la coma...
Sólo la usan las damas.
Es muy gentil en la cama.
Caricias recalcitrantes.
Con la brisa de mañana...
Muy desnuda y excitante.
Me pide auxilio vacante.
Veo su rosa algo saliente.
Yo seré su último amante...
No quisiera ser cliente.
Noto su cuerpo caliente.
Soy feliz y quisquilloso.
Sus besos son mas ardientes.
Sus pechos son más hermosos.
En aquel cuerpo glorioso.
Como amante y pretendiente.
Soy también muy vanidoso...
El decir de mucha gente.
Y unas líneas sorprendentes.
Con pechos escandalosos.
Con sus vaivenes indecentes.
Con compases orgullosos.
Se visten los buenos mozos.
Hay que hacer lo pertinente.
Quedando los peligrosos...
Yo me vuelvo más decente
Jesús Gutiérrez Pascual. Guti.
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