jueves, 9 de junio de 2022

"SEMANA SANTA SEVILLANA".

"UNA NOCHE EN MI SEVILLA".

Sevilla va en procesiones.
Con su fe y sus velas blancas.
No existen las confesiones...
La fe te aturde y te arranca.

Con los tambores se atranca.
Van repartiendo aguardiente.
Las mozas de la barranca...
Les doy un sobresaliente.

Nazarenos y penitentes.
Suelen ser de penitencia.
Rozando por los salientes...
Caminan con sus conciencias.

En el monte hay violencia.
Todo muere sin honores.
Allí muere nuestra herencia...
Tras el ruido de bordones.

Los redobles de tambores.
Con las túnicas tan blancas.
Cera quemada y olores...
Lloran en Almas tan blandas.

Los corazones se ablandan.
Las almas van predicando.
Tengo una María en Calanda...
Con sus penas medicando.

Los cirios ya van llorando.
Muy lejanas las saetas.
La Religión va penando...
¡Los bebés maman de teta!.

Los vividores aprietan.
La Religión va engañando.
Los católicos se agrietan...
Los de siempre van ganando.

Los corazones sangrando.
Recordando tales hechos.
Los tambores van tocando...
Y retumban en mi pecho

Guardando tales derechos.
Las tres son medio hermanas.
Los soldados guardan hechos...
Y los romanos las galas.

¡Ay mi Sevilla sultana!.
Con su fe y con velas rojas.
Mi gente de Dos Hermanas...
Veo tres ciegas y dos cojas.

Aquellos que las recojan.
Tienen videncia en vivir.
Las que son secas no mojan...
El resto ha de resistir.

Junto al río Guadalquivir.
Pasa el Cristo los faroles.
La pasión se ha de vivir...
Para pedir sus favores

Gestos muy dulces de amores.
Son trianeras gitanas.
Las mujeres con dolores...
Lucen las bellas sultanas.

Casi todas son hermanas.
Todas piden curación.
La mayor de las sultanas...
Que lo ama con pasión.

¿A esto llaman Religión?.
A los ricos más hambrientos.
Antes cambio de opinión...
¿Hay recambio de alimentos?.

Perdiendo el conocimiento.
De belleza y de pecados.
Tanto desconocimiento...
En sus charcos de secano.

Veo pantalones tejanos.
Con flores y con pasión.
Hacia la calle bajamos...
Veo a la gente su ilusión.

La visión derrama amor.
Con su rostro ensangrentado.
En su cara no hay dolor...
En Cristo sacramentado.

La noche se ha incrementado.
Se ven lindas mariposas.
La gente lo ha contemplado
Sus vuelos casi me rozan

Prosiguen velas llorosas;
Enmarcadas con las rojas.
Cientos de bonitas rosas...
Con fragancias de la Toja.

Aquel que trabaje escoja.
La vida es maravillosa.
El trabajo de las monjas...
Su servicio es otra cosa.

La Madre que es hermosa.
Va al encuentro de Jesús.
Con una capa preciosa...
Con un gran velo de tul.

Su color verde y azul.
Al encuentro embravecida.
Muy cercana vio la cruz...
Y se vio muy bendecida.

Llorosa y enaltecida.
Con un gran arco de estrellas.
Con dolor y muy herida...
Como una Madre tan bella.

Surgen líos y querellas.
La mayoría son clientes.
Los inocentes se estrellan...
Los religiosos indecentes.

La virgen muy impaciente.
Recorre rauda el encuentro.
Alrededor mucha gente...
Con la belleza de un cuento.

El que no es ciego está tuerto.
Dos mil años con engaños.
El que no es tonto en concierto...
Vive reparando daños.

Ya no sirve un buen apaño.
Los sacerdotes son viejos.
Son vividores extraños...
Engañabobos muy viejos.

Una saeta a lo lejos.
Se oye con voz muy grave.
Los vividores pendejos...
Con sus balcones estables.

Son gentuza muy notable.
Mentalmente con secuelas.
Se ve gente por la calle...
¡Aquel que no corre vuela!.

Por estrechas callejuelas.
Casi roza los balcones.
Con olor de miel y hojuelas...
Se desatan las pasiones.

Todos cobran comisiones.
Veo en ignorantes tristeza.
Como hacen divisiones...
En la cena en buenas mesas.

Los más despiertos no rezan.
Los ignorantes se estresan.
Los sacerdotes en las mesas...
Comen bien beben cerveza.

Pasemos a lo que interesa:
Sobre su precioso pecho.
Su cuerpo es de realeza...
Va recordando los hechos.

Para explicar los derechos.
Como hoy nos molestamos.
Yo ya he escrito los hechos...
Lo dejamos y nos vamos.

En los clavos de sus manos.
Relucientes como estrellas.
Muere como un ser humano...
Cruzan rayos y centellas.

Las tres Marías son bellas.
Sólo se oyen gemidos.
Cuando los rayos se estrellan...
Los relámpagos se han ido.

Lanza el último suspiro.
Mirando al cielo inseguro.
Le pide al Padre un respiro...
Con poca voz casi mudo.

El suplicio estaba nulo.
Sangre al costado y al frente.
Sacó fuerzas y estornudos...
¡Fieramente alzó su frente!:

.- ¿Porqué me has abandonado?.
¿Porqué muero en esta cruz?.
.- ¡Tu mueres por tus hermanos!...
Es el pago que haces tu.

.- No hay descanso en esta cruz.
Llega la noche de balde.
Los ladrones tienen un plus...
Pasarán muy buena tarde

Con las palabras del Padre.
Se adormece en la agonía.
Grandes nubarrones arden...
La noche entretiene al día.

Las luces si amanecía.
Apenas se ve la cruz.
Los ladrones maldecían...
Cuando canta el andaluz.

Del día escapa la luz.
La noche que se hace oscura.
Los rayos rodean la cruz...
Los romanos en sus locuras.

Las mujeres son maduras.
Las tres Marías se arrodillan.
La Virgen llorosa y pura...
En el monte una gran trilla.

Se ve un fuego y la parrilla.
Los soldados sienten miedo.
Los rayos en la noche brillan...
El viento frío como el hielo.

El viento se ha vuelto fiero.
En sus manos veo un pañuelo.
Rayos y truenos en el cielo...
Rezan su muerte con duelo.

Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.

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