"UN HOMBRE MUY CAPACITADO".
.- Como poeta un encanto.
Como hombre su belleza.
Sus bellos ojos y cabeza...
De años unos treinta y tantos.
Al rebufo de su manto.
Jugaba sobre mi cama.
Él lo hacia mientras canto...
Pero a la fuerza me gana.
Quedando inerme mi alma.
Cercana en mis agonías.
Buscando me alejaría...
Para analizarlo con calma.
Vivía una larga alarma.
Entonces un monumento.
Trabajaba como barman...
Un hombre sin sentimientos.
Pasando malos momentos.
Concentrando mi alegría.
Con pena y sin energías...
Según lo escribo y lo cuento.
A veces cuando despierto.
En él solo vi a un cuervo.
Mis pechos estaban prietos...
¡Siendo loco estaba cuerdo!.
Se envanecen mis recuerdos.
Cada día lo vi distinto.
No llegué nunca a un acuerdo...
Como un paria variopinto.
Muchas veces me repito.
¿El porqué vivía sin gloria?.
Pero eso es otra historia...
Muchas cosas veo distinto.
Con una historia del quinto.
Algo flojo y medio tuerto.
¿Sin sus ojos yo que pinto?...
Con una aroma de muerto.
En los sinfines de encuentros.
Con mi ignorancia supina.
Siempre acabó el mismo cuento...
Al oír lo que él opina.
Chanchullos hasta que trina.
Con su físico empujaba.
Con ánimos él me besaba...
Con fragancia a mar marina.
En seis costales de harina.
Él lo hacia mientras canto...
Pero a la fuerza me gana.
Quedando inerme mi alma.
Cercana en mis agonías.
Buscando me alejaría...
Para analizarlo con calma.
Vivía una larga alarma.
Entonces un monumento.
Trabajaba como barman...
Un hombre sin sentimientos.
Pasando malos momentos.
Concentrando mi alegría.
Con pena y sin energías...
Según lo escribo y lo cuento.
A veces cuando despierto.
En él solo vi a un cuervo.
Mis pechos estaban prietos...
¡Siendo loco estaba cuerdo!.
Se envanecen mis recuerdos.
Cada día lo vi distinto.
No llegué nunca a un acuerdo...
Como un paria variopinto.
Muchas veces me repito.
¿El porqué vivía sin gloria?.
Pero eso es otra historia...
Muchas cosas veo distinto.
Con una historia del quinto.
Algo flojo y medio tuerto.
¿Sin sus ojos yo que pinto?...
Con una aroma de muerto.
En los sinfines de encuentros.
Con mi ignorancia supina.
Siempre acabó el mismo cuento...
Al oír lo que él opina.
Chanchullos hasta que trina.
Con su físico empujaba.
Con ánimos él me besaba...
Con fragancia a mar marina.
En seis costales de harina.
En un lugar muy desierto.
Entre huevos y margarina...
Me amanecía muy contento.
"Autor: Jesús Gutiérrez Pascual.- Guti.
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