lunes, 11 de febrero de 2019

"EL VICIO DE MUCHOS HOMBRES".


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"¿PIDEN PERDÓN PARA QUÉ?".

.- La Religión sigue ciega.
Predican y nos engaña.
Con riquezas palaciegas...
Viven en Roma y España.

No se porqué nos exraña.
Los que ordenan son varones.
Una posición que apañan...
Pederastas y buscones.

Van sangrando corazones.
Sus vicios son los placeres.
Entre pequeños varones...
Dejando sus menesteres. 

¿Son ángeles las mujeres?.
Son muchas las bienvenidas.
Nos dan amor y placeres...
Nos cuidan toda la vida.

De esas almas prometidas.
Bajaron dos a la Tierra.
Las quemaron y las entierran...  
No estaban arrepentidas.

Los vicios van a escondidas.
Los pagan los monaguillos.
La monjas más cohibidas...
¡Son mujeres y chiquillos!.

Siendo minoría de pillos.
Los ponen de profesores.
No aparenta un chascarrillo...
Que sean sus educadores.

Son viciosos y pecadores.
¿La Iglesia como lo toma?.
Confirman mal sus perdones...
Salen ilesos de Roma.

Son leyes que desentonan.
¿Son victimas las mujeres?.
Monjas que cumplen deberes...
Su mea culpa se entonan.

Vuelan como las palomas.
Vuelan libres y con alarde.
volando valles y lomas... 
Las infamias llegan tarde.
 

Los viciosos de la carne.
¡Ellos siguen!: ¿no lo entiendo?.
Se llamen Antonio o Carmen...
Prosiguen más en invierno.

¿Donde estaba aquel infierno?.
Si el diablo era otro ángel.
No será bueno y tan tierno... 
Pero era otro Arcángel.
 

La Iglesia ha hecho un rebaje.
Del verano al medio invierno.
¡Allí no hay dios que trabaje!...
Sólo buscan niños tiernos. 

Aquello no era el infierno.
Habían preciosas mujeres.
Mal no lo están vendiendo.
Con tanto amor y placeres.
 

Incumplen mal sus deberes.
Con sus jergas y mítines.
Se engaña a pequeños seres...
Desnudos con calcetines. 

Maravillas de jardines.
En palacios color de oro.
Rosas lindas y jazmines... 
Con perales y sicómoros.
 

¡Llevan lo vicios del moro!.
Lo llevan bien escondido.
Se entremezclan con el coro...
Con muchos años vividos.

Los dos amantes queridos.
Bajados hasta el infierno.
Con pérfido abrazo tierno...
Con el corazón herido.

¡Mil niños han sido queridos!.

Por infames profesores.
Porque nunca han entendido...
Que son vicios pecadores.

Con fuego en sus corazones.
Con néctar de dulce aroma.
Sin atender a razones... 
Como dos grises palomas.

Las enviaron a Roma.
Las precedieron otros varios.
Que el diablo se los coman...
En su sufrido calvario. 

Los dioses que eran sabios.
Os dan muy buenos consejos.
Mientras se besan sus labios... 
Se miran ante el espejo.
 

Hay religiosos muy viejos.
Son sensibles; otros rudos.
La mayoría son añejos...
Junto al diablo cornudo.

Se ven hermosos desnudos.
Se atraen como en un juego.
El profesor queda mudo... 
La niña llena de fuego.
 

No hay perdón ante tal ruego.
El viejo con avaricia.
¡Nunca le dirá hasta luego!...
Son los años que le envician. 

Se abrazan y se acarician.
Se amordazan las dos bocas.
Es un juego con codicia... 
Y la mujer tierna y loca.
 

"Guti"."El Romancero".

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