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La Catalunya salvaje;
cerraron sus sacristías,
ya que religión no había...
Y los curas sin sus trajes.
Entre putas y proxenetas;
con Estado bananero,
en Catalunya tan neta...
Ya no había barrenderos.
Eso cantaba el poeta;
entre sus versos y poemas,
cuando el hambre la despiertan...
Donde existe tanta pena.
Era un tiempo pasajero;
políticos tarambanas,
catalanes y extranjeros...
Ya no cardaban más lana.
En un antro en Barcelona;
que otrora fue de postín,
muy cercano a Badalona...
Había gentuza muy ruin.
Cantaba bellos boleros;
con historias realistas,
una hermosa especialista...
Ya no existían los banqueros.
Las empresas y sus obreros;
fueron a la nueva España,
los españoles primeros...
Sus apellidos no engañan.
Las riquezas catalanas;
huyeron también a España,
los políticos que engañan...
Que bailen buenas sardanas.
Los parroquianos con vicios;
con sus caras de tristezas,
tahúr con muy mal oficio...
Agachando sus cabezas.
La minoría de varones;
fanáticos e independientes,
amantes de tradiciones...
Cantaban muy prepotentes.
Fueron la ruina de España;
perdieron sus ilusiones,
bebiendo entre escalones...
Los perdedores no engañan.
Con su formas y maneras;
en el antro había fulanas,
eran jóvenes rameras...
Junto a curas sin sotana.
Con caras de calaveras;
con sus barbas venerables,
las rameras abominables...
Se apostaban a su vera.
.
Aventuras pasajeras,
con justicia tarambana,
catalanas y extranjeras...
Recrudeciendo la trama
La cantante y sus boleros;
con música los corona,
la melodía tan dulzona...
La corean los embusteros.
Otra Catalunya nace;
con otras distintas razas,
las catalanas deshacen...
Hay moros con muchas trazas.
Las mentes más traidoras;
que cometieron más faltas,
con su hacha vengadora...
La mujer sube sus faldas.
Son historias verdaderas;
salieron aún más verdades,
asumían sus realidades...
¡Ya poseían su bandera!.
"Guti".
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