He recibido una carta; de una amante enamorada, mujer de muy buena casta... ¿Tan hermosa y cabreada.
A mi me ha mandado besos; y andar con mucho cuidado, para quitarnos un peso... Y no salir trasquilados.
Educado en castellano; con aficiones diversas, guardo mis besos salados... Con palabras muy traviesas:
.- Bienvenidos y bien hallados; esos besos tan hermosos, mis poemas se han rayado... Con esos versos graciosos.
Aunque algo inmerecidos; siendo miel con mucho azúcar, serán siempre recogidos... Los que no pueda, se fugan.
Tan gentil y bella Dama; no se merece un tenorio, los amantes le reclaman... Ni un mal marido ni un novio.
Tiene suerte tu marido; tiene que ser especial, yo no creo que salga herido... Es la triste realidad.
Tu dueño será un buen hombre; pero siento envidia sana, aunque a gritado tu nombre... Cien mil veces por semana.
.-Contesto a tu fiel poema; mi marido no es mi dueño, y es la causa de mis penas... Pero nunca de mis sueños.
Sueño con vos cada noche; son sueños evocadores, mi marido es un fantoche... Con sueños provocadores.
Me besabais en la boca; acariciabais mis pechos, con gritos como una loca... Con caricias y despecho.
Puntiagudo y lacerante; "enorme" arma cautiva, destructiva y descargante... Vuestra "destreza" está viva.
¿Acaso seria el pezón; o aquella estrella tatuada, estrecha y alrededor... a las seis de la mañana.
Sigo en sueño enredador; oigo tus palabras tiernas, como un noble leñador... Acariciabas mis piernas.
La cicatriz de mi espalda; y el gemir siempre mi nombre, una cruz con su esmeralda... Con el aroma de mi hombre.
Lujuria y labios saciados; al contacto de tu cuerpo, como un pobre desgraciado.. Picoteas como un cuervo.
Durmiendo soñé contigo; desperté y seguí soñando, desde que sueñas conmigo... Que tu me seguías amando.
Yo sentía que te quería; y pensé que tu me amabas, un sueño bueno sería... Como miel o mermelada.
Con tu cuerpo junto al mio; me abrazabas con amor, y yo grité; ¡¡ay Dios mio... No me rompa el corazón.
Me besabas dulcemente; tus labios eran puro azúcar, con tu mirada inocente.... Como las aguas del Júcar.
¡¡Ámame bello doncel; que mi manantial es puro, como sueño en tu querer... Que mis problemas son duros.
Los sueños como el Nirvana; son realidades siniestras, por eso sueño que me amas... ¡¡Ven aquí; ponte a mi diestra.
Me levanto en la mañana; y te recuerdo en mis sueños, siete días a la semana... Que te convierte en mi dueño.
Tu fragancia me acompaña; con un aroma de hombre, se que mis sueños no engañan... Quisiera tener tu nombre. Te oigo mientras me hablas; me besas y me acaricias, "escuchando" tus palabras... Que para mi son delicias.
Con el sol de la mañana; venciendo oscuras tinieblas, sigo amándote en mi cama... Por un camino de hiedras.
Amándote como siempre; esperando el gran instante, recogeré lo que siembre... Este amor tan importante.
Cada día que amanece; no se borra el dulce sueño, tu figura reaparece... Y me dices; soy tu dueño.
Con tonos muy posesivos; muy tierno y sin arrogancia, sin deleites corrosivos... Vas marcándome distancia.
Unidos por un abrazo; con tu aroma y tu fragancia, durmiéndome en tu regazo Esa ha sido mi gran gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario