"¡¡TENGO UNA NOVIA SEÑORES...
Mi gran pueblo Jerezano;
de industria tiene muy poca,
viven como el alcoyano...
Con chocolate y con coca.
Chocolate con cacao;
y la coca de botella,
los niños muy descansaos...
Y las niñas son muy bellas.
Las mujeres son preciosas;
muy machotes son los mozos,
que dicen cosas graciosas...
El mas tonto dentro un pozo.
Las calles con sus naranjos;
y en los balcones macetas,
puede que hayan muchos grajos...
Las mozas con buenas tetas.
¿Si en mi soledad me encuentro;
de mis soledades vengo,
no les describo más cuentos...
Pero muy bién les prevengo.
Las mujeres con respeto;
los piropos que sean finos,
lo dicen los esperpentos...
¡Que los digan, con buen tino.
Tengo una novia señores;
más fea que Don Cogórcio,
que comía mucho riñones...
Era salud, "pal" negocio.
Su pelo era una panocha;
y bizca de los dos ojos,
su pelo como una antorcha...
Con un muslo, algo cojo.
Sus manos son muy hombrunas;
y sus pies un cuarenta y cuatro,
camina como una mula...
Pero yo hice un buen trato.
Tiene bigote de vieja;
seca, muy lisa y sin culo,
habla como las pellejas...
Con cigarrillos y puros.
Bebe vino y se emborracha,
dice tacos que enamoran,
como una vil cucaracha...
Vistiendo como una mora.
Su aliento huele a demonios;
más para mi es un perfume,
su padre que es Don António...
Se enrabia y se consume.
Más este hombre es muy bueno;
y a más a más con dinero,
con su hija tiene un duelo...
Le gustan los marineros.
Le encanta el color muy blanco;
no se porque lo disputa,
sentada bien en su tranco...
Con mariquitas disfruta.
Es tan extraña mi novia;
más para mi es cariñosa,
se escapa y va hasta la noria...
Corriendo va muy graciosa.
Tranqueando con sus piernas;
su cuerpo con altibajos,
pero en el fondo es muy tierna...
Y a mi no me da trabajo.
Heredera con millones;
tenia dinero a porrillo,
no consentía los mirones...
Yo me hacia mis ahorríllos.
Yo la veo como una diosa;
le reprimo; ¡¡oye guapa,
no me seas escandalosa...
¡¡Y no comas tantas papas.
Para mi es muy zalamera;
me sonrie y en su boca,
sus dientes como palmeras...
Y con sus ojos de loca.
No estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento,
que yo no valgo un comino...
Y no tengo sentimientos.
En las mujeres con gracia;
porque en mí ya no contemplo,
sus locuras y arrogancias...
Lo hacen siempre a destiempo.
La humildad con mi desprecio;
¡¡oh sabia naturaleza,
a todo le ponen precio...
Para mi; una gran bajeza.
No me aprecio de entendido;
más mujeres con desprecio,
nunca las he pretendido...
Valen mucho y tienen precio.
Que aquellos que son dichosos;
¿cómo pueden ser discretos,
yo que soy menesteroso...
Hago siempre lo correcto.
Le digo cosas bonitas;
aunque es fea se las cree,
yo que la veo reboníta...
Más veo que no lo creen.
La miro y mis piropos;
los derramo por su cuerpo,
se los digo poco a poco...
Ya no creo que estoy cuerdo.
.- Que sonrisa más hermosa;
y que carita más bella,
con la boquita preciosa...
Brillando más que una estrella.
Dos hoyuelos en tu cara;
con unos preciosos dientes,
verte seria es cosa rara...
¡Tendrás muchos pretendientes!.
Con un cuerpo fabuloso;
con elegancia y tronío,
con unos pechos hermosos...
Lo que sueño y no he tenío.
Ella me mira amorosa;
me da un beso con mordisco,
para mi es muy hermosa...
Y cuento que el padre es rico.
Tampoco soy agraciado;
ya que mi novia es hermosa,
soy un puro desgraciado...
A mi lado es una rosa.
No tengo dientes en la boca;
y mi cuerpo es un desmadre,
pero mi novia es tan loca...
Me lo sugiere su padre.
Los dos somos una belleza;
a mi me encanta la moza,
y su padre con tristeza...
Canta una canción famosa.
Esconden la vil envidia;
porque nos ven muy felices,
yo António y ella Lidia...
Comeremos las perdices:
"Guti".
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