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"UNA CRUEL DESPEDIDA".
¿Si marcando mi camino;
tus pisadas me persiguen,
no caminaría tranquilo...
Si es eso lo que persigues.
En todo lo que tu miras;
despierta envidia en tu rostro,
de día y noche lo admiras...
sumergirme en "Somorrostro".
¿Si cae la noche estrellada;
y la mañana se oscurece,
brillara más en tu cara...
Con la luna sonriente.
Con ese mismo fragmento;
de sombra turbia y morena,
de noche mis pensamientos...
Van enterrando mis penas.
Por tus senos y mi pecho;
por tu figura y mis manos,
por tu perfil tan rehecho...
Por tus hechos inhumanos.
Las razones que me azotan;
y me entiende mi sustento,
es un caballo que trota...
Dejándome descontento.
Un velero surca el mar;
infla sus velas el viento,
salpicando agua "salá"...
Con el mar que es tan incierto.
Olas furiosas y malignas;
con dentelladas de frío,
olas, corriente marina...
Sin la calma de un buen río.
Somos como ese velero;
como sus velas y su viento,
como amargo caramelo...
Con su drama y sentimiento.
Estamos tan separados;
que juntos no resistimos,
guardando nos amparamos...
tal vez ya ni existimos.
Esa espuma roja y negra;
que en tu memoria coexiste,
que palpita y la encierras...
Y tu haces que resiste.
Si caminando tan juntos;
por esas calles mugrientas,
por un camino de juncos...
Por mil calles tan desiertas.
Ráfagas de amor y odios;
contrario a un amor amigo,
con sencillez y con un podio...
No quiero subir contigo.
No me ha gustado el romance;
la casa es con mal tejado,
siendo este amor un gran trance...
Ajado y tan desguazado.
Siendo una noche sin sueño;
con unos días tan grises,
la mujer que tiene dueño...
Lo gritas y lo maldices.
La luz tiñe las campanas;
de un gris plomo tan brillante,
se observa por las mañanas...
De una lejanía distante.
Su tañido es tan lejano;
tan tenue y tan plañidero,
muy lejos de lo mundano...
Tan lejos del mundo entero.
En la intemperie cruel viento;
con ventisca tan furiosa,
se hielan los sentimientos...
Y te marchas muy dichosa.
Nuestras vidas no se integran;
ni encendida con mil besos,
yo veo que tu te alegras...
Ya te has quitado un buen peso.
Yo que soy un mal poeta;
con un complejo de "sueños",
llamándome Caballeta...
Te quedas con tu mal dueño.
Todos los días que veo;
a mujeres solitarias,
las veo y no me lo creo...
Porque no son solidarías.
Se que por ti no preguntan;
no eres samaritana,
toda tu familia junta...
Son malas como tu hermana.
Siendo sirena y tan reina;
como una pena maldita
te burlas mientras te peinan...
Te lo escribo en varias citas.
Que te vaya bien mi amor;
procura no hacer más daño,
me has robado la razón...
Me durará varios años.
"Guti".
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