"DE UN AMOR DESCARTADO".
Paseando por mis campos;
que relucen por la noche,
con trigales y altos cardos...
Se ven los faros de coches.
"In mente" con mi sonrisa;
la paz de mi cuerpo mana,
tan suave como la brisa...
Viendo mi jaca "Sultana".
Hoy prepararé mi cuerpo;
los tendones como el hierro,
aún tiemblo con mis recuerdos...
No soy necio, soy de hielo.
Mi "Sultana" está trotando;
de color negro azabache,
mirarla va confortando...
¡¡Vigilo que hay muchos baches.
Con mi jaca tengo historia;
mi vida salvó por poco,
muy cerquita de la noria...
que me volví medio loco.
La trato muy bien en casa;
es una jaca preciosa,
de raza con buena casta...
La monto y es muy dichosa.
Dueña del campo que trota;
quien la mira, pura envidia,
saca espumas por su boca...
Como una yegua de lidia.
Mi vista pierde su espacio;
la brisa baña mi cuerpo,
la mañana cae despacio...
Y yo me encuentro muy cuerdo.
Los rayos del sol se alargan;
acamparía a sus anchas,
las campanillas se cargan...
La visión también se ensancha.
La triste cárcel sombría;
desaparece en el monte,
es lo que el sol pretendía...
Brillando por los remontes.
Mi respiración trasluce;
llega a mi, fiel sus olores,
se apagan todas las luces...
De las campesinas flores.
Un riachuelo en mis tierras;
con agua limpia y serena,
aves, peces y flores tiernas...
Y un poste con su sirena.
¿Que espero, cantaba el día,
mi "Sultana" cabalgando,
por mis campo se perdía...
Con mis amores colgando.
Recoger en mi balanza;
tantos y tantos recuerdos,
que el pasado se abalanza...
No encontrándome muy cuerdo.
¿Como trina el ruiseñor;
a veces me lo pregunto,
su trinar es puro amor...
A veces veo dos juntos.
¿Están respirando amor;
suelen ser tan dependientes,
cuando filtran su pasión...
Son sensibles e inteligentes.
Vuelve el aroma del campo;
mi olfato lo ha transpirado,
inflamando sus encantos...
Algo de mi va minando.
Me siento fresco y contento;
recordando a mi amada,
un diamante, era un portento...
Más nunca oí su llamada.
Con sus ojos verde mar;
con su boca tan trigueña,
yo feo y sin calidad...
¡¡Y ella hermosa y malagueña.
Con un color tan hermoso;
y la piel como la seda,
lo vestía un cuerpo precioso...
¡¡Y yo aún estoy en espera.
¿Que recuerdos, que nostalgia,
que esperanza, que alegría,
es el amor que contagia...
Muy malo eso no sería.
Igual que un adolescente;
le confesé que la amaba,
con un mirar muy decente...
Me dijo; "como una hermana".
Fue un golpe de mala suerte;
esclavo y reparación,
desde entonces muy prudente...
Fue la cruel separación.
Más nunca he sentido afán;
de obtener lo que no puedo,
más siento cien "puñalás"...
Como un buen toro en el ruedo.
Con la fragancia de flores;
y este aroma de mi campo,
aún quedan cien mil colores...
¡¡Y por ello me decanto.
Es la historia verdadera;
de un amor desposeído,
viéndola en una verbena...
¡¡Tuve que irme escondido.
Llorando como un cobarde;
galopé borracho y torpe,
la miré sin ablandarme...
Con mi "Sultana" al galope.
"Guti".
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