"MI PATRIA Y MIS AMORES".
Esa mar salada y brava;
esa playa blanquecina,
cuatro casas encaladas....
Los moradores cocinan.
Ese paseo de flores;
con dos manos muy cogidas,
paseando en sus rincones....
Con cuatro camas vacías.
Beso que arrastra mi boca;
lenguas que vienen de lejos,
mujer que se vuelve loca...
Dientes con carne y pellejo.
El alba abre mis noches;
con resplandores azul,
sediento con mis trasnoches...
Con gran vestido de "tul".
Dolor que envuelve mis alas;
dando aire al corazón,
la imaginación desviada...
Me enternece la pasión.
Me despide la razón;
siendo muy blanco y muy rojo,
también siento el resplandor...
Mirándole me sonrojo.
Vida reducida a besos;
con sed de morir despacio,
con un amor tan intenso...
Que me vuelve tonto y lacio.
Sangre de color de sangre;
siendo muy roja y sangrante,
toda se va por desagüe...
Sembrando el estandarte.
Estandarte de oro y gualda;
bandera de mis amores,
con los muertos que me guardas...
Que son ya mis tres razones.
Una llamada a mi Patria;
otra en llama y confusiones,
la tercera se repatrian...
Quitando mis ilusiones.
El labio de arriba un cielo;
en la tierra el otro labio,
con sus besos me desvelo...
Con sus promesas me enrabio.
Lengua que ronda en la sombra;
deseo que vienes robando,
besos que me das de sobras...
Marchando luego cantando.
Sangre que tiene su boca;
yo enmudecido y cerrado
hasta que un roce trastoca...
En un cuerpo muy serrano.
Recuerdos muy escogidos;
besos reacios y amargos,
en rincones escondidos...
Con palabras y con halagos.
Hunde su lengua en mi boca;
oigo rumores de gentes,
piensan que se encuentras loca...
Cuando me besa la frente.
Como una fiera nevada;
con besos y desamores,
caricias de enamorada...
Y con muchos resquemores.
Con peleas y trastadas;
reviviendo con mis muertos,
plegando mi piel ajada....
En un oscuro desierto.
Sentimientos enterrados;
ilusiones sonrientes,
de un amor muy encajado,
Me ha convertido en decente.
Ya me siento desterrado;
es el decir de las gentes,
vagando por los tejados....
Torpe, vago e indecente.
El anochecer más claro;
en sus ojos y en el viento,
con signo aterciopelado...
De mil besos tan violentos.
Aquí se acaba la historia;
de Miguel Hernández Chico,
que por ser listo sin gloria...
Se murió tocando el pito.
"Guti".
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